Carlos Oliva debe precisar si vamos a alcanzar el 4% de crecimiento que se había fijado el gobierno. El choque externo, la caída de la inversión pública y la crisis política han sembrado la duda.
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El ministro Carlos Oliva tiene hoy una buena oportunidad en Ampliación de Noticias para dar cifras y previsiones oficiales sobre el estado de nuestra Economía y así evitar que se instalen los rumores, las especulaciones y finalmente el pesimismo. Pero no solo necesitamos explicaciones sobre las causas de los malos resultados económicos de los últimos meses. Ya se nos ha repetido que en parte esos resultados tienen que ver con un choque externo (la guerra comercial entre Estados Unidos y China), circunstancias que pueden cesar (las Bambas, la pesca) y el inevitable impacto de la crisis política.
Es obvio que todo inversionista que puede abstenerse preferiría esperar que se disipen los negros nubarrones de la disolución del Congreso y un impredecible nuevo gabinete. Desde ya Elmer Cuba, director del Banco Central, afirma que el Estado debería comprometerse a fondo con los grandes proyectos que pueden ser destrabados: la línea 2 del metro, Tía María y la irrigación Majes Sihuas. Cuba enfatiza también la conveniencia de promulgar una Ley Agraria que consolide los logros de la agro-exportación. Cuba ha tenido el valor de enfatizar los aspectos positivos de la emigración venezolana, que significó la incorporación de 500,000 trabajadores a nuestra población económicamente activa, la mayoría de los cuales tiene un nivel de preparación más alto que la media nacional.
Por eso sorprende que el congresista Luis Galarreta declare en el diario El Comercio que él hubiera preferido que se disuelva el Congreso, para que “se le caiga la careta al gobierno”. Y sorprende tanto más que Galarreta ha sido presidente de la Comisión de Economía, es decir que sabe perfectamente que su dudosa preferencia se hubiera traducido en males seguros para nuestra economía. Por eso es positivo que la mayoría de su bancada haya votado a favor de la confianza en el gabinete del Solar, así como también la prolongación de la legislatura hasta el próximo 25 de julio. Los congresistas disponen ahora de cinco semanas para aprobar los proyectos de ley que constituyen la Reforma Política, así como la modificaciones de la constitución.
En el plano social, desde hoy podremos juzgar el impacto de la ley de seguridad alimentaria sobre el consumo de los ciudadanos. Hoy entra en vigencia la obligación de que los alimentos sean vendidos con octógonos que van a precisar de manera clara si lo que comemos supera los límites razonables de azúcar, sal y grasas saturadas. Se trata de un asunto de salud pública, porque disponemos de cifras precisas sobre las enfermedades y la mortalidad generadas por el sobrepeso y la obesidad. Pero es también un tema económico porque la mala alimentación nos hace perder horas de trabajo y genera costos que precarizan nuestros sistemas de seguridad social pública.
Las elecciones celebradas ayer en Guatemala difícilmente podrán contribuir a restablecer la confianza ciudadana y a dinamizar la lucha contra la corrupción. La exclusión de una candidata independiente y la fuga de un miembro del Tribunal Electoral objeto de amenazas de muerte, confirman que el presidente saliente cometió un grave error cuando decidió poner fin a la Comisión de la ONU encargada de garantizar la lucha contra mafias que han probado desbordar la capacidad del Estado. Aunque quizás Jimmy Morales, cómico y político, sabía demasiado bien porqué lo hizo.
Lamentables son también los reiterados ataques del presidente Donald Trump y del canciller Mike Pompeo contra la prensa independiente. El New York Times puso en duda las afirmaciones del gobierno sobre el ataque a dos barcos en el Golfo de Omán. ¿Es eso una razón para que se atribuya a los periodistas de ese diario ser traidores a la patria? El inspirador de la constitución, Thomas Jefferson, escribió hace más de 200 años: “Si tuviera que escoger entre un gobierno sin prensa o una prensa sin gobierno, no dudaría un instante en optar por lo segundo”.
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