En la actualidad el trabajo de inventor no es tan riesgoso como lo solía ser décadas atrás. Los primeros autos, aviones, submarinos, helicópteros y demás tuvieron que ser probados por un valiente.
Tragedia. No es raro ver que un inventor termine siendo víctima de su creación como lo fue Horace Lawson Hunley, quien murió en el primer submarino de combate, de su creación. Luego de que él y la tripulación fallecieron en 1867, la nave fue rescatada y usada.
Mediático. Tal vez el caso más conocido y grabado es el de Franz Reichelt. El costurero creó un paracaídas que quiso probar desde la Torre Eiffel en una exhibición. Prometió a las autoridades que prmero iba a lanzar un maniquí para probar su invención por primera vez, pero decidió saltar él. Falleció al instante cuando su invento no funcionó. Todo quedó grabado para la posteridad.
Su propia medicina. Otro caso particular es el de Li Si, quien sirvió de primer ministro en la dinastía Qin en China. El falleció a causa de un método de tortura que él mismo pensó.