Durante la última década, investigadores han trabajado arduamente para lograr que las prótesis sean funcionales como otras partes del cuerpo. Un nuevo implante permitió a personas utilizar con mejoras sus manos protésicas.
Las prótesis son un tema recurrente entre los estudios sobre extremidades biónicas. Durante años, los investigadores han buscado una solución para el control total de estas extensiones que son utilizadas por personas que han experimentado una amputación y desean retomar sus actividades con normalidad.
No obstante, los científicos no habían hallado la forma de acceder a las señales nerviosas suficientemente estables para ser enviadas a la prótesis. Actualmente, es posible conseguir este tipo de señal a través de una interfaz cerebro-máquina, pero existen dos grandes problemas: el costo y método de carácter invasivo.
Además, las señales nerviosas que se transmiten por nervios periféricos desde el cerebro y médula espinal son diminutas. ¿Cómo lograron establecer una conexión? Según un estudio de Science Translational Medicine, un nuevo implante permitiría que se puedan amplificar estas señales gracias al aprendizaje automático, ligado a la inteligencia artificial.
De acuerdo con el reporte, se demostró que las personas con manos prostéticas empezaron a tener un mayor control y podían realizar diversas actividades como recoger pequeños ladrillos de juguete, coger latas de refresco e incluso, jugar piedra, papel o tijeras.
"La primera vez que lo encendimos, funcionó de inmediato", contó Paul Cederna, profesor de biomecánica de la Universidad de Michigan e investigador que lidera el estudio. "No había una brecha entre el pensamiento y el movimiento".
Es decir, por primera vez, se registraron señales de milivoltios de un nervio con una amplificación más fuerte que en todas las investigaciones anteriores. Asimismo, los científicos pudieron entrenar algunos algoritmos para que estos se ejecuten en forma de movimientos específicos.
El proceso para conectar el implante necesita que uno de los nervios periféricos de la persona con prótesis sea mutilado y suturado al músculo. Cuando la zona se cura, desarrolla nervios y vasos sanguíneos durante tres meses. Al final, se implantan electrodos en esos lugares, los cuales permitirán registrar una señal nerviosa que se transmite en la prótesis como movimientos.
Las personas con prótesis pudieron mover cada dedo individual y girar los pulgares, según el estudio de prueba. No obstante, se requieren más pruebas para validar la experiencia de una muestra poblacional más amplia; y por ello, están recluyendo más personas que necesitan de prótesis para un ensayo clínico más completo.
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