Tras el anuncio de compra por 40 mil millones de dólares en setiembre de 2020, las autoridades europeas iniciaron un proceso de investigación por competencia para analizar los detalles de la compra de Arm.
La absorción de Arm por parte de Nvidia ha levantado algunas alertas en Europa, luego de hacer pública la operación por 40 mil millones de dólares en setiembre de 2020. Luego de que Inglaterra iniciara una investigación por posible práctica monopólica, la Unión Europea ha decidido seguir esa senda para conocer cada detalle de la multimillonaria compra.
El meollo en esta indagación es la importancia de Arm en la arquitectura de los nuevos procesadores para teléfonos y el protagonismo de esta tecnología en ultrabooks y el mercado IoT. Actualmente, la empresa cuenta con un modelo comercial de licencia abierta basada en la neutralidad del cliente, y este factor podría traer un conflicto si Nvidia adquiere la compañía.
Tanto el Reino Unido como la Unión Europea han sido precisos en no descartar un bloqueo a la transacción si encuentran alguna condición que pueda poner en riesgo el mercado.
Una de las firmas que ha mostrado su preocupación ante esta transacción es Graphcore, una compañía británica de semiconductores que desarrolla aceleradores para Inteligencia Artificial.
“Si Nvidia puede fusionar los diseños de Arm y Nvidia en el mismo software, entonces eso impide que empresas como Graphcore entren en el mercado de vendedores y establezcan una relación cercana con Arm”, dijo a CNBC Hermann Hauser, quien ayudó a crear Arm en 1990 y es inversionista en Graphcore a través de su firma de capital de riesgo Amadeus Capital.
En el caso de Estados Unidos a Comisión federal de Comercio está por iniciar un proceso similar para asegurar que no se incumplan las reglas de competencia. El trato firmado por Softbank, antigua propietaria de Arm, y Nvidia establece un plazo de 18 meses para completarse con todos los procedimientos que la ley demande.
“Se corre el riesgo de cerrar o limitar el acceso de otras empresas a los diseños de procesadores de CPU de vanguardia que son tan importantes en el mundo de la tecnología, desde centros de datos hasta dispositivos móviles, automóviles y dispositivos integrados de todo tipo”, añadió Hauser.
Por otro lado, Huawei y otros fabricantes chinos de chips han solicitado a Beijing que busque el bloqueo de este acuerdo, ante el temor de quedar en desventaja si Arm termina en manos de una empresa estadounidense, en un contexto de mucha tensión entre el Departamento de Comercio de los Estados Unidos y empresas chinas que trabajan bajo amenaza de veto en suelo norteamericano.
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