La estrecha vinculación de Elon Musk con la administración Trump está pasando factura al fabricante de vehículos eléctricos en los mercados y entre consumidores.
Las acciones de Tesla experimentaron este lunes una caída histórica del 15%, marcando su peor jornada bursátil desde septiembre de 2020. Este desplome se suma a una racha negativa sin precedentes para la compañía de Elon Musk, que acumula siete semanas consecutivas de pérdidas desde que su CEO asumiera un importante rol en la segunda administración Trump.
Desde su máximo histórico de $479.86 alcanzado el 17 de diciembre de 2024, las acciones de Tesla han perdido más del 50% de su valor, evaporando aproximadamente $800 mil millones en capitalización de mercado. La caída de este lunes representa el séptimo peor día en la historia bursátil de la compañía.
Este colapso no ocurre en el vacío. Tesla lidera un desplome generalizado en los mercados estadounidenses, con el Nasdaq cayendo casi un 4%, su mayor retroceso desde 2022. Los analistas atribuyen esta debacle a múltiples factores que convergen en una tormenta perfecta para la compañía.
Por un lado, la incertidumbre sobre los planes arancelarios del presidente Donald Trump genera preocupación. Canadá y México son mercados clave para proveedores automotrices, y cualquier incremento en aranceles podría desatar una guerra comercial que impacte la producción y eleve los precios.
Elon Musk y una estrecha colaboración con Donald Trump
Simultáneamente, la marca Tesla sufre una erosión significativa debido a la retórica política incendiaria de Elon Musk y su extenso trabajo con la administración Trump, donde lidera el denominado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). El multimillonario se ha convertido en el rostro público de un esfuerzo por reducir drásticamente la fuerza laboral federal, el gasto público y la capacidad gubernamental.
Las consecuencias de esta polarización son tangibles. Activistas y antiguos admiradores de Musk han protestado en instalaciones de Tesla por todo Estados Unidos. Más alarmante aún, vehículos e instalaciones de la compañía han sido aparentes objetivos de vandalismo e intentos de incendio, como los ocurridos repetidamente en un centro de servicio en Loveland, Colorado.

Tesla ha pasado a ser una marca que genera gran polarización.Fuente: AFP
Ben Kallo, analista de Baird, advirtió a CNBC que estos incidentes podrían afectar la demanda: "Cuando los autos de las personas están en peligro de ser rayados o incendiados, incluso quienes apoyan a Musk o son indiferentes podrían pensarlo dos veces antes de comprar un Tesla."
En Europa, según Bank of America, las ventas de nuevos vehículos Tesla se desplomaron aproximadamente un 50% en enero respecto al año anterior, parcialmente debido al creciente rechazo hacia la marca. A pesar de esto, el Model Y se mantiene como el vehículo eléctrico más vendido globalmente, aunque el Geely Geome chino superó al Model 3 en enero.
Y en cuanto a marcas de autos eléctricos, Tesla ya fue superada por la china BYD, aunque la compañía de Elon Musk todavía mantiene un valor más elevado por vehículo vendido.
El panorama es paradójico: mientras las ventas globales de vehículos eléctricos (incluyendo híbridos enchufables) aumentaron un 21% en enero respecto al año anterior, Tesla registra un declive, evidenciando que la crisis de la compañía ocurre en un mercado en expansión, lo que plantea serias interrogantes sobre su futuro a corto plazo.
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