Un informe de Bloomberg y la firma de investigación TechInsights pone en manifiesto la tecnología alcanzada por China para lograr desarrollar el último equipo de Huawei.
China está de regreso y, ni las sanciones económicas y tecnológicas, pueden detener su nuevo avance en el campo de los móviles. Prueba de ello son los últimos Huawei Mate 60 Pro, equipos que han sido blanco de orgullo nacional por ser los primeros desde el veto de EE. UU. en salir con tecnología 5G para la empresa.
Pero ¿cómo China ha logrado saltar todos los problemas para tener un celular competitivo? La respuesta, asegura la firma de investigación TechInsights, está en los nuevos socios que el país está obteniendo.
Contra el veto
En un blog, TechInsights argumentó que los avances del país no se limitan a los componentes del sistema en chip del procesador de aplicaciones, sino que también incluyen procesadores de banda base 5G y tecnologías de radiofrecuencias móviles.
La compañía agregó que China "ha dado grandes pasos" en el desarrollo de módulos avanzados de sistema en paquete y filtros de radiofrecuencias utilizando técnicas mejoradas.
La firma refiere que la base de este avance es poder tener proveedores locales y dejar de depender de Occidente.
Bloomberg identificó a los proveedores nacionales como Maxscend Microelectronics y Beijing OnMicro Electronics. Los componentes fueron previamente importados de Skyworks Solutions y Qorvo.
TechInsights señaló que la unidad de chip de Huawei, HiSilicon, diseñó el Kirin 9000, el procesador principal del Mate 60 Pro, producido por Semiconductor Manufacturing International Corp utilizando un proceso de 7 nm.
Motivo de orgullo
El Mate 60 Pro es el primer celular chino que trae una tecnología 5G totalmente producida y desarrollada en el gigante asiático, lo que sido catalogado como un “triunfo” en medio de las sanciones de los Estados Unidos.
El equipo ha tenido un buen recibimiento en China, vendiendo unas 1.6 millones de unidades en seis semanas.
Huawei tiene una ventaja clave en el país: los servicios de Google no son relevantes en ese mercado, por lo que el veto que afecta a la compañía desde 2019 no es un factor de peso.
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