La división Exynos de Samsung busca desarrollar un chipset capaz de mejorar el rendimiento de los nuevos Snapdragon de gama alta, y ya estaría trabajando en conjunto con AMD y ARM para lograrlo.
En el terreno de los móviles, la carrera de los procesadores es una que siempre acelera el paso. Tras la omnipresencia de Qualcomm en diversas gamas y los problemas de Huawei para la producción masiva de Kirin, Samsung quiere estimular el camino de Exynos, su chipset propietario que añade a los equipos destinados a Latinoamérica y otras regiones, y para eso ha decidido trabajar en conjunto con dos empresas de peso en el mundo de los semiconductores: AMD y ARM.
De acuerdo con Business Korea, la empresa surcoreana apunta a convertirse en el principal soporte para procesadores de aplicación en Android, y complementar con este integrado el trabajo de la CPU y la GPU montadas en el chipset.
Esta alianza representa dos necesidades claves en Samsung para mejorar el rendimiento respecto a los Snapdragon. La primera es la parte gráfica, pues Exynos se sostiene de las GPU Mali para optimizar los juegos y el trabajo pesado con imágenes. Esta solución se mantiene aun por debajo del rendimiento de las Adreno de Qualcomm. En ese apartado, el aporte de AMD es vital para emparejar las condiciones.
La segunda necesidad radica en la misma CPU. Para eso, ARM trabaja de la mano con los surcoreanos para el desarrollo de Cortex-X, la tecnología presentada por ARM para personalizar chipsets en base a las demandas de las empresas constructoras. Con este acuerdo, Samsung incrementaría hasta en 30% el rendimiento de Exynos.
Si bien el tema podría centrarse en la competencia con Qualcomm, hoy Samsung mira de cerca el reciente problema reportado por Huawei. La marca china, líder del mercado de móviles, anunció recientemente que dejará de producir en poco más de un mes su procesador Kirin, y dependerá de soporte externo para cumplir con la entrega de smartphones.
Debido al bloqueo comercial impuesto en Estados Unidos, Qualcomm está prohibida de ofrecer sus procesadores a Huawei. La marca china, frente a este veto, comenzará a buscar acuerdos con MediaTek o Exynos, mientras Qualcomm presiona al gobierno de Donald Trump para flexibilizar los planes comerciales con Huawei.
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