La monsefuana le dice Tribunal de Ética y Moral de la Universidad Nacional que ella es la enamorada del profesor López.
La suerte de Manolo está echada ya que sor Verónica no cree en sus argumentos de inocencia y todo lo que dice el hijo de Peter es calificado de obscenidad y ni los testimonios de sus alumnas parece que lo salvará de la expulsión de la Universidad Nacional.
Los integrantes del Tribunal de Ética y Moral se disponen a sentenciar a Manolo cuando de pronto irrumpe Monserrat en la sala del rectorado.
“¡Yo soy la alumna que están buscando! El profesor López no sedujo a nadie… ¡Yo lo seduje con mis encantos personales! Además es mi novio desde antes que entrara en la universidad, además soy nueva y si él no dijo nada fue porque quería protegerme”, dice.
La actitud de sor Verónica cambia radicalmente y absuelve a Manolo quien al fin puede respirar con tranquilidad.
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