Violeta, la florista madre de Milagros, perece atropellada cuando se iba a encontrar con don Alejo en una peña criolla.
La quietud en la casa de los González se rompe cuando una llamada telefónica los pone a todos en alerta debido a que ya es bastante tarde y Violeta no aparece por ningún lado. Don Gilberto responde y solo balbucea unas palabras y le pasa el teléfono a Charo.
La llamada les avisa que Violeta ha muerto atropellada. El dolor invade a todos los presentes incluyendo a Teresa, Gilberto, Alejo y Reyna. Llega Milagros con una libreta con la dirección de la cosmetóloga que atiende a la florista y se encuentra con el terrible cuadro de dolor.
Milagros está desesperada pero encuentra fuerza para llamar a Nicolás para que este ubique a Ángel quien debe enterar de la trágica noticia a su hermana Rubí. Don Alejo hace lo mismo con Tito y Coqui. Joel también se entera y le avisa la mala nueva a Fernanda. Pepe también recibe una llamada que transmite a Miguel Ignacio.
Mientras tanto, Emilia llora desconsolada acompañada de Nicolás pues sabe que ella atropelló a una persona cuando se dirigía a su casa.
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