Javier Carmona: ¿Es posible revertir un estado vegetativo persistente?

La última edición del programa "Magaly TV: La Firme" presentó la más reciente documentación anexada al caso legal que afrontanTula Rodríguez y los hijos de Javier Carmona. El documento afirma que "gracias a una terapia", el gerente de TV presentaría una mejora en su salud. Pero, ¿será posible debido a su condición?

Hace unas semanas se dio a conocer, mediante el parte legal del caso por la administración del patrimonio de Carmona, que el exgerente fue diagnosticado con una trastorno vegetativo persistente, una condición irreversible según la documentación médica. La aparición de este documento (que afirma una mejora) detalla que Javier Carmona ha logrado "sentarse en una silla de ruedas por 40 minutos al día y responde a estímulos de audio y video".

Elmer Huerta, Consejero Médico de RPP Noticias, comenta que este estado vegetativo persistente es irreversible y se caracteriza por una situación sin actividad cognitiva. "En esta disfunción existen ciertos criterios que se cumplen como la falta de consciencia, la presencia de la respiración y un estado de sueño- vigilia. A veces responde, pero más como reflejos involuntarios. Es alimentado por medio de sondas", comenta. Es decir, el documento afirmando que Carmona dura 40 minutos viendo TV y con la mirada fija, esa no es una validación de que es consciente de la actividad.

DIAGNÓSTICO

En el caso de Javier Carmona, comenta Elmer Huerta, su caso evolucionó de un aneurisma con derrame cerebral a una falta de oxígeno en el cerebro por más de cinco minutos que generó primero un estado de coma y luego el estado vegetativo persistente. "Este estado tiene un tiempo vItal de entre 2 a 5 años y presenta riesgo de padecer infecciones o neumonías".

Una persona que padezca de este trastorno es incapaz de interactuar con la gente porque no se sabe si puede escuchar o no, pierde también la capacidad del lenguaje para comunicarse. 

El estado vegetativo ocasiona toda esta serie de daños a la persona porque limita los reflejos de los nervios en el cerebro y la médula ósea. Por eso es necesaria una terapia que evite que los músculos se atrofien.