Ya culminada la serie, repasamos las razones que alejaron al querido Charlie de la comedia.
Charlie Sheen encarnaba a Charlie en Two and a Half Men, un artista adicto a las mujeres y a los vicios; tal vez algo no muy alejado de su verdadera personalidad. Por ello, era muy difícil imaginar la comedia sin Charlie, quien parecía nisiquiera actuar.
Pero en la octava temporada se presentaron problemas. Los vicios habían alcanzado a Sheen, quien con 45 años entraba a rehabilitación por tercera vez. El 2011 fue un año desastroso para Sheen y para la serie, que tuvo que ser suspendida.
Two and a Half Men era una de las favoritas del público y una mina de oro, Charlie Sheen ganaba aproximadamente US$ 1,78 millones por episodio cuando comenzó su debacle.
Sheen comenzó insultando al productor de la serie, Chuck Lorre, y a la cadena CBS prácticamente cavando su propia tumba. Mientras él paseaba por varios canales diciendo que tenía "sangre de tigre" y que siempre ganaba, perdió al menos US$ 14 millones por ocho episodios que no grabó.
La paciencia de Lorre no fue infinita y el actor fue despedido de la serie, que contrató a Ashton Kutcher para intentar mantener la audiencia. Sheen luego tuvo una serie donde interpretó a un terapeuta especialista en el manejo de la ira.
A pesar de que ambas producciones tuvieron temporadas luego de los conflictos, lo cierto es que nunca Two and a Half Men fue lo mismo sin Charlie Sheen, ni él lo fue sin la serie.
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