No podemos guiarnos únicamente de la sensación de hambre, debemos utilizar la razón que va de la mano del conocimiento para elegir mejor el alimento o bebida que ayudará a mantener dicho equilibrio.
¿Por qué vienen esas ganas de dulce o de comer cuando tenemos frío? Cuando baja la temperatura del cuerpo, éste emite señales de alerta al cerebro para activar estímulos que lo protejan de un mayor descenso de temperatura corporal, por eso aparecen estas ganas (estímulo) por comer. Por lo general algo dulce porque suele ser alimento fuente de energía, es decir de calorías.
Sin embargo, frente a dicho estímulo que debe ser satisfecho, no podemos guiarnos únicamente de la sensación, debemos utilizar la razón que va de la mano del conocimiento para elegir mejor el alimento o bebida que ayudará a mantener dicho equilibrio.
Por ejemplo, si somos personas sin mayor actividad física y estamos con frío, conviene consumir una bebida caliente que aumentará la temperatura del cuerpo pero que no aporte calorías. Otros como agua de piña caliente, emoliente caliente, una taza de café pasado o una infusión de kión también cuentan.
Pero si somos personas muy activas y la sensación de frío se presenta, una bebida caliente con calorías como el chocolate de taza va mucho mejor. El músculo que es muy activo necesita azúcar para generar más calor en medio de la actividad.
Por otro lado, los alimentos para combatir el frío no se limitan a la temperatura caliente de una bebida con o sin calorías, sino a dar al cuerpo alimentos que fortalezcan las defensas para resistir mejor cualquier proceso infeccioso.
Es así que en el invierno, debemos reforzar el consumo diario de frutas y verduras que aportan especialmente vitamina A y vitamina C, ambas muy relacionadas para fortalecer nuestras defensas. Las frutas cítricas son muy buena opción, pero no son las únicas. La guayaba, papaya, mango, kiwi, camu camu son muy buenas fuentes de vitamina A y C.
Por otro lado, las proteínas son necesarias para fortalecer las defensas, nuestro sistema inmunológico está constituido por sustancias que se forman a partir de las proteínas. Alimentos como la trucha, el huevo, las vísceras (sangresita, bazo, hígado, bofe) son excelentes fuentes de proteína que además vienen recargadas de minerales y vitaminas que el cuerpo necesita.
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