Los trabajos de turnos rotativos pueden afectar la memoria

Los turnos rotativos en el trabajo no solo pueden ser cansados, también pueden afectar la memoria, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toulouse II-Le Mirail (Francia).

De acuerdo a la investigación, la función cerebral y la velocidad de procesamiento de información se ven alterados.

Los científicos evaluaron a más de 3000 voluntarios de diversos empleos, que debieron resolver evaluaciones que medían su memoria a corto y largo plazo durante tres momentos: 1996, 2001 y 2006.

Resultó que los trabajadores de turnos rotativos lograron las puntuaciones más bajas en la memoria, la velocidad de procesamiento y potencia cerebral; todo ello en comparación con quienes tenían un horario fijo.

El médico psiquiatra Humberto Castillo explica que la relación entre los horarios de trabajo y la memoria se basa fundamentalmente en la calidad de sueño. "Tiene un papel muy importante, ordenando la experiencia y consolidando la memoria".

"En situaciones en las que el sueño está perturbado, la memoria también se ve afectada, como cuando las personas cambian de turnos y no logran restablecer el sueño adecuadamente", agrega el especialista.

Y es que cuando dormimos, alcanzamos la relajación de mente y cuerpo, pero también se consolida todo lo aprendido durante el día. Entonces, es necesario llegar a la fase REM del sueño, es decir, el más profundo y de mayor calidad.

"Cuando hay un cambio de turno, las personas pueden dormir, pero llegan más a las fases de relajación y no al REM, que es la fase donde hay mucha actividad cerebral; entonces no se produce el ordenamiento de la información que se ha recibido durante el día".

Según los autores, se pueden recuperar las habilidades cognitivas, pero este proceso requiere de al menos cinco años. En opinión del psiquiatra Humberto Castillo, mejorar la calidad de sueño es una medida inmediata y necesaria.

"Hay que crear las condiciones. Por ejemplo, las personas que deben dormir durante el día, deben reducir la iluminación y los sonidos, para alcanzar el sueño profundo, es decir, la fase REM. Si esto no se logra, se va a descansar pero no se va a organizar la información”.