Con la llegada del verano, muchas personas buscan ajustar su dieta para mejorar su salud, perder peso o simplemente adaptarse a las altas temperaturas. No obstante, ¿cómo lograr un equilibrio entre disfrutar del verano y mantener una alimentación saludable? La nutricionista Sara Abu Sabbah ofrece recomendaciones clave sobre los alimentos ideales para esta temporada.
Salud
La hidratación es muy importante en la temporada de verano
Las dietas de verano pueden tener diferentes motivaciones, como la pérdida de peso, reforzar las defensas o simplemente adaptarse a las altas temperaturas. Durante esta temporada, muchas personas buscan ajustar sus hábitos alimenticios para sentirse mejor y mantener una buena salud. En este contexto, la nutricionista Sara Abu Sabbah nos brinda información sobre qué alimentos elegir y cómo equilibrar las comidas para disfrutar de un verano saludable sin comprometer el bienestar.
De acuerdo con la especialista, el tema de la hidratación es muy importante en la temporada de verano porque las altas temperaturas aumentan la sudoración y, por lo tanto, se pierden líquidos esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo.
En ese sentido, cuando pensamos en dietas de verano, es importante no solo centrarse en la ingesta de líquidos como agua, refrescos naturales sin azúcar o infusiones, sino también en los alimentos que consumimos. Debemos optar por aquellos alimentos frescos que tienen un alto contenido de agua ya que, por un lado, nos ayudan a mantenernos hidratados debido a su elevado porcentaje de agua, y por otro, su riqueza en fibra facilita el proceso digestivo.
Sara Abu Sabbah precisa que las comidas muy pesadas, muy altas en grasa y con mucha cantidad de arroz, aumentan el trabajo cardíaco. Ello, combinado con el calor y la sudoración, no es una buena fórmula para el bienestar. Por eso, las dietas de esta temporada deben centrarse en preparaciones frescas que incluyan mucha verdura y fruta. Estos alimentos, además de ser refrescantes, contienen agua y fibra, lo que no solo ayuda a mantenerte hidratado, sino que también favorece una digestión más ligera y rápida.
También es válido incluir helados en la dieta de verano dado que tienen una buena cantidad de agua. Una buena opción son aquellos que están hechos básicamente de fruta y agua, porque tienen menos calorías y menos azúcar.
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Un desayuno saludable de verano debe incluir frutas frescas
Es recomendable reducir la cantidad de alimentos que aportan más calorías, como los carbohidratos y las grasas, en nuestra dieta. Sin embargo, antes de hacer estos ajustes, es importante prestar atención a los alimentos ultraprocesados, que generalmente vienen empacados y suelen ser altos en azúcar, grasa y calorías. Estos productos son los primeros que deberíamos eliminar de nuestra dieta de verano.
La nutricionista precisa que un desayuno saludable de verano debe incluir frutas frescas. La sandía, la papaya, los arándanos, la piña, el aguaymanto y las fresas son una buena alternativa, porque tienen agua, antioxidantes y suelen ser de bajo índice glicémico, es decir no disparan picos de azúcar en la sangre.
A ello le puedes añadir algunas nueces o semillas como linaza, chía, girasol o calabaza, pues aportan minerales y fibra. También se puede acompañar el desayuno con algún tipo de proteína o cereal entero, como la avena en hojuelas por ejemplo. El huevo también es una buena opción porque tiene "la mejor calidad de proteína y te va a dar buena saciedad".
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¿Comer mucha fruta en verano puede ser dañino? Esto dice la nutricionista
La especialista precisa, además, que comer alimentos fríos en verano no necesariamente hace daño, de hecho uno puede alimentarse con alimentos fríos y cocidos sin que haya un impacto negativo en el proceso de digestión. Aunque estamos acostumbrados a consumir comidas calientes, debido a que han pasado por un proceso de cocción y normalmente se sirven justo después de prepararlas, incluso ingerir alimentos demasiado calientes no es conveniente.
Un ejemplo de una comida balanceada y refrescante es una ensalada que, además de incluir una variedad de verduras, contenga una fuente de proteínas como pollo deshilachado, atún o incluso queso fresco, y que se pueda complementar con semillas o menestras. Este tipo de platillo, aunque es parcialmente frío, cubre todas las necesidades nutricionales para un almuerzo completo. Así que, durante el verano, disfrutar de alimentos fríos a lo largo del día no solo es posible, sino también una opción válida y saludable.
¿Comer mucha fruta en verano puede ser dañino?
Comer mucha fruta en verano podría ser contraproducente si se exagera en la cantidad, especialmente en ciertos grupos de personas. Aquellos que tienen sobrepeso, metabolismo lento o problemas de hígado graso, y que además no realizan actividad física, deben tener precaución.
Aunque las frutas y los vegetales contienen azúcares naturales, es importante recordar que el cuerpo debe utilizar estos azúcares. Si no se utilizan adecuadamente, el cuerpo los almacenará en forma de grasa, y en el caso de los azúcares refinados, el proceso ocurre mucho más rápido. Por lo tanto, en estas situaciones, el consumo excesivo de fruta puede resultar contraproducente.
En general, se recomienda consumir entre dos y tres unidades de fruta al día, junto con dos porciones generosas de vegetales, preferiblemente crudos, para cubrir las necesidades nutricionales sin caer en excesos. Hay quienes pueden consumir más unidades de fruta al día, porque realizan actividad física.
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