La pandemia no fue impedimento para que Julber Vásquez continúe su educación y siga luchando por alcanzar todas sus metas.
Este año nos ha planteado una realidad sin precedentes y muy compleja debido a una crisis sanitaria que ha perjudicado la economía de las familias y, además, ha mantenido las escuelas físicamente cerradas. Ahora, la educación a distancia se está aplicando en todos los niveles educativos con la finalidad de complementar, reforzar y reemplazar la educación presencial para prevenir los contagios.
La continuidad escolar es importante porque no solo construye a la futura fuerza laboral del país, sino que forma ciudadanos, personas conscientes de sus deberes y derechos, empáticas, tolerantes, respetuosas y responsables. Por el contrario, abandonar la escuela impacta gravemente en los jóvenes, su familia y su comunidad.
Por esta razón, la prioridad en estos tiempos complicados es garantizar el aprendizaje gracias a la disponibilidad de contenido de “Aprendo en casa” y el apoyo de toda la comunidad educativa (padres, madres y maestros). De esta manera, con acciones pequeñas y grandes, todas y todos podemos hacer un cambio para lograr que niños, niñas y adolescentes no dejen de estudiar.
Julber avanza hacia el sueño de ser un gran profesional
La emergencia sanitaria por el COVID-19, además de afectar a la educación en zonas rurales, también afecta la economía de las familias, colocando a muchos adolescentes en una situación que los obliga a dejar los estudios para asumir labores productivas y apoyar en el sustento del hogar.
Es así como la pandemia puso en riesgo la continuidad escolar de Julber Vásquez, un estudiante del núcleo educativo de secundaria en la comunidad de Buenavista (Pozuzo). Al no poder ir más a su institución educativa de manera presencial, se encontró con dificultades como la falta de señal para conectarse a internet, la falta de electricidad y la necesidad de contribuir con la economía familiar.
Sin embargo, cuando un estudiante deserta de la educación, sus opciones de tener mejores oportunidades para insertarse al mercado laboral en un trabajo digno, que a la vez le permita desarrollar su proyecto de vida, se ven seriamente reducidos. Por ello, los maestros y familiares de Julber se unieron para evitar que pierda el año escolar.
“Ahora está recibiendo las llamadas telefónicas, comunicación por whatsapp y también lo están apoyando con las fichas”, cuenta Carlos Vásquez, papá de Julber. Hoy, Julber está poniendo todo su empeño para adaptarse y seguir estudiando vía telefónica con el objetivo de alcanzar el sueño de convertirse en un gran profesional para sacar adelante a su familia.
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