Instituciones y organizaciones humanitarias de distintos países han unido esfuerzos para asistir a las personas de la región del norte peruano afectadas por las lluvias, inundaciones y el dengue.
¿Sabías que en América Latina y el Caribe los efectos del cambio climático son cada vez más intensos, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM)? Sin duda, esta es una situación que nos debe preocupar, si tenemos en cuenta que aproximadamente el 75% de su población reside en comunidades urbanas no planificadas.
El Niño Global se trata de un patrón climático natural relacionado con la variación anormal de las temperaturas en el océano Pacífico y es asociado también a cambios en la atmósfera. Este fenómeno tiene el potencial de afectar las condiciones climáticas de muchos países del mundo.
El mes pasado, la OMM, hizo un anuncio oficial de la llegada de El Niño Global instando a los países a prepararse para afrontar las posibles consecuencias en ámbitos como la salud, los ecosistemas y la economía.
Tras la noticia, el gobierno peruano ha tomado medidas preventivas para mitigar los riesgos asociados, pues como se vio en el caso del norte peruano, puede desencadenar fuertes lluvias, deslizamientos, inundaciones, escasez de recursos y hasta la propagación de enfermedades como el dengue.
Como respuesta a este desafío, el Estado, consciente de la situación tan vulnerable de la región del norte, ha unido fuerzas con instituciones y organizaciones humanitarias. Entre ellas, Acción contra el Hambre, una ONG que ha establecido un centro de operaciones en Piura para coordinar la entrega de asistencia sanitaria y alimentaria a más de 50,000 personas en las regiones de Lambayeque, Piura y Tumbes. Pero el esfuerzo no se detiene ahí.
El mundo nos da la mano
En un giro de solidaridad internacional, el gobierno francés ha aportado 500,000 euros para financiar proyectos humanitarios que abarcan desde mejorar el acceso a agua potable hasta la donación de productos de higiene y suministro de alimentos para comedores populares. La cooperación sueca, el Gobierno de Navarro y Unicef también han contribuido a esta causa, ampliando su impacto y beneficiando a un mayor número de personas.
Al respecto, América Arias, directora de Acción contra el Hambre, destaca como objetivo principal la alimentación y atención médica de los damnificados. “Atender la seguridad alimentaria y la salud de los afectados es nuestra meta, por eso entregamos canastas de víveres, equipos de higiene y prevención frente al dengue. Además, capacitamos en el manejo higiénico de alimentos y la elaboración de menús con calidad nutricional”, declara.
Esta ayuda está llegando a comunidades como la Unión, La Arena, Cura Morí, El Tallán y Catacaos en Piura, y Corrales y San Juan de la Virgen en Tumbes, así como nuevas localidades en Lambayeque.
Este esfuerzo de la comunidad internacional es un ejemplo de cómo la colaboración y la acción pueden marcar una diferencia significativa en momentos de adversidad. Afrontar el fenómeno de El Niño Global implica un gran desafío y es importante la solidaridad, optimismo y perseverancia para lograr recuperar y fortalecer las regiones norteñas de nuestro país.
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