El Fenómeno El Niño viene generando preocupaciones significativas en la cadena de valor de productos, insumos y transporte del país.
Según el último Comunicado Oficial del Comité Multisectorial Encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), publicado el 24 de noviembre, existe una probabilidad del 60 % de que El Niño se manifieste con fuerte intensidad entre diciembre del 2023 y marzo del 2024. Este evento trae condiciones climáticas extremas que amenazan con desestabilizar sectores clave de la economía peruana.
El aumento de las precipitaciones en regiones del norte del país puede llevar a inundaciones y deslizamientos de tierra, afectando los cultivos y comprometiendo la seguridad alimentaria. Por otro lado, la escasez de lluvia y la elevación de las temperaturas en la zona sur, pueden generar condiciones más secas, impactando negativamente en la disponibilidad de agua para la agricultura y el consumo humano.
Toda esta combinación de factores crea un panorama climático complejo para la cadena de valor de productos, insumos y transportes. A continuación, te contamos las consecuencias del Fenómeno El Niño a cada uno de estos sectores.
Impacto en la agricultura y ganadería
El sector agrícola, vital para la economía peruana, se encuentra entre los más afectados por el Fenómeno El Niño. De hecho, el cultivo, la ganadería, los bosques, la pesca y la acuicultura, absorben el 26 % del total de los daños y pérdidas directas ocasionadas por este tipo de eventos; según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Las inundaciones y las sequías pueden afectar negativamente la producción agrícola, pues las tierras de cultivo pueden quedar anegadas y generar la pérdida de cosechas. Además, los cambios en las temperaturas y patrones de lluvia pueden deteriorar la calidad de los productos. Todo esto, sin contar que estas condiciones meteorológicas también propician el aumento de plagas y enfermedades, lo cual agravará aún más los problemas en los cultivos.
En el caso de la ganadería, la ONU señala que el exceso de lluvias podría perjudicar la ganadería por la desnutrición y el aumento de enfermedades parasitarias, además de provocar la muerte de animales por ahogamiento.
Interrupciones en la cadena de suministro y transporte
Las condiciones climáticas extremas pueden afectar la infraestructura de transporte, incluyendo carreteras, puentes y puertos. Para hacernos una idea, conforme a cifras del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), El Niño 2017 dejó más de 2.100 kilómetros de carreteras destruidas y 194 puentes colapsados a nivel nacional.
Esto puede provocar retrasos en la entrega de insumos y productos, perjudicando la cadena de suministro y la disponibilidad de bienes en el mercado. A nivel internacional, esta interrupción en la también podría tener consecuencias en la capacidad de Perú para cumplir con los compromisos comerciales y satisfacer la demanda tanto interna como externa.
Daños a la biodiversidad marina y la pesca
El aumento de las temperaturas del agua asociado con El Niño Global puede impactar en la biodiversidad marina. Esto puede tener consecuencias negativas para la pesca, con disminuciones en las poblaciones de peces y otros organismos marinos.
Asimismo, FAO alerta que el aumento de las precipitaciones puede causar inundaciones extremas que perjudiquen las infraestructuras pesqueras artesanales, las embarcaciones y artes de pesca de la costa, así como las explotaciones acuícolas, por ejemplo, las granjas de camarones. También puede dificultar el acceso al mar, lo que obliga a los pescadores a permanecer en tierra firme y sin posibilidad de generar ingresos.
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