¿Cómo se produce? ¿Por qué no ocurre todos los años? En esta nota respondemos esas y otras interrogantes sobre el Fenómeno El Niño
El 4 de julio pasado, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) declaró oficialmente el inicio de las condiciones para el Fenómeno El Niño, un evento climático de alcance mundial que tiene como protagonista al Océano Pacífico, el mismo que baña nuestro litoral peruano.
Recordemos, por ejemplo, los efectos devastadores que dejaron en nuestro país eventos como los de 1997 o el reciente caso del 2017.
¿Pero realmente cuánto sabemos del fenómeno? En este artículo trataremos de aclarar las dudas sobre El Niño.
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¿Qué es el Fenómeno El Niño?
“Se conoce como el Fenómeno El Niño a la variación de la temperatura superficial de ciertos sectores del Océano Pacífico”, señala el geólogo y experto en fenómenos naturales Patricio Valderrama, expresidente del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI) y conductor del Observatorio del Clima de RPP.
Grinia Ávalos, actual subdirectora de predicción climática de SENAMHI, añade. “Es un evento climático extremo que implica una interacción compleja entre el océano y la atmósfera que se presenta en el Pacífico tropical ecuatorial, con implicancias en el clima a nivel global dependiendo de su duración y de su intensidad".
¿Cómo se produce el Fenómeno El Niño?
Aprender cómo se produce es clave para conceptos futuros.
“El Niño se produce por un debilitamiento de los vientos del anticiclón del Pacífico Sur. Estos vientos son los que traen aire y agua fría desde el Polo Sur. Entonces, cuando se debilita estos este sistema de vientos, agua más cálida se transporta desde Australia por el Pacífico central y emerge frente a las costas del Perú”, comenta Valderrama.
Durante el Fenómeno El Niño, los vientos alisios están más débiles de lo normal, las aguas del Pacífico Tropical central y oriental están más calientes de lo normal, y la convección/precipitación se desplaza anómalamente desde Indonesia hacia el este.
Debemos hacer hincapié en no confundir con La Niña, fenómeno que, por el contrario, mantiene vientos alisios más fuertes de lo normal, las aguas están más frías de lo convencional y la convección se desplaza de manera opositora al de El Niño.
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Fenómeno El Niño
¿El Niño Costero es igual al Niño Global?
No, y se debe más que nada a su alcance.
“Si esta variación solamente ocurre en las costas de Perú y Ecuador, se conoce como El Niño Costero, pero si las variaciones de temperatura positivas a más cálidas ocurren también en el centro del Pacífico, se conoce como el Fenómeno El Niño o El Niño Global”, señala Patricio Valderrama.
“Son diferentes”, añade Grinia Ávalos. “El Niño Costero nace como una anomalía mucho más local, de características básicamente, relacionadas a anomalías de vientos del sur: el ingreso de corrientes cálidas del norte, ya sea a través de vientos cálidos o de aguas más cálidas, básicamente frente a Perú y a Ecuador. Tiene una relación de 3 meses y se monitorea en base a un índice operacional que en el Perú se ha implementado y se conoce Índice Costero El Niño. Cuando ya el sistema en todo el Pacífico Tropical, se altera y se va retroalimentando, este evento El Niño puede formar parte ya de una anomalía de mayor escala como lo que está ocurriendo ahora. Entonces, El Niño Costero ya es parte finalmente de este El Niño de alcance global cuya duración sí es más más allá de los 9 o 12 meses”.
¿Por qué el Fenómeno El Niño no se produce todos los años?
Hemos escuchado hablar de El Niño por décadas e incluso por siglos (los primeros registros oficiales del fenómeno fueron reportados por el capitán peruano Camilo Carrillo en 1892), lo que nos permite saber que ocurre cada cierto tiempo. Ahora, ¿por qué ocurre de esta forma?
“El Niño es una forma de variabilidad natural del clima tropical. Es un evento que siempre ha existido como parte del clima de esta zona del Pacífico. Es un evento que permite focalizar lluvias en zonas, por ejemplo, que son desérticas como la costa norte, central y sur del Perú. Es un evento que, además, digamos bien gestionado, puede representar una recarga de acuíferos. Sin embargo, cuando la intensidad del evento se impone, sí es importante tener desarrollar e implementar todas las acciones posibles de prevención adaptativa ante esta emergencia. El Niño es un evento que se presenta en una regularidad de 2 a 7 años en promedio. Sin embargo, no hay que perder de vista que en el contexto del cambio climático es muy probable que la intensidad y la frecuencia de este evento se vea exacerbada en las próximas décadas”, puntualiza la subdirectora de predicción climática del SENAMHI.
La especialista compara que en el Fenómeno El Niño de 1997, por ejemplo, las temperaturas estaban 0.4°C más altas que lo normal. En la actualidad, estamos a 1.2°C arriba. La periodicidad propia del evento provocará que, en el futuro, la anomalía y el calentamiento sea cada vez más extremo.
“No tenemos Fenómeno El Niño todos los años, justamente por la intensidad y la poca variabilidad del anticiclón del Pacífico Sur. Ahora se sabe que este se debilita o se fortalece en periodos de 5 a 7 años”, dice Valderrama.
Los efectos del Fenómeno El Niño en Perú y el mundo
Perú es de las naciones más afectadas por este evento climático y, mientras más pasa el tiempo, las consecuencias parecen agravarse.
“El Perú es uno de los países más vulnerables a la variabilidad y cambio climático por una serie de factores. Por ejemplo, en su territorio está más del 60 % de los glaciares tropicales, los cuales son muy sensibles a la variación del clima. Somos más vulnerables porque tenemos muchos ecosistemas. Además, tenemos una fuerte exposición a estos eventos climáticos extremos”, recuerda la especialista del SENAMHI.
En casos concretos, la Comisión Multisectorial del Estudio Regional del Fenómeno El Niño (ENFEN) mantiene un comunicado de este mismo julio en el que detalla posibles consecuencias del evento en partes en específico de nuestro territorio.
“Se espera que El Niño Costero continúe hasta el verano de 2024, como consecuencia de la alta probabilidad del desarrollo de El Niño en el Pacífico central. El máximo calentamiento anómalo mensual se estaría alcanzando en julio. Para lo que resta del año las condiciones cálidas anómalas disminuirían de fuerte a moderada intensidad. Para el verano de 2024, las magnitudes más probables de El Niño Costero estarían entre débil (40 %) y moderada (35 %)”, refiere el documento.
Para el trimestre agosto-octubre de 2023, a lo largo de la costa del Perú, los valores de la temperatura del aire se mantendrían por encima de lo normal, mientras que en algunos sectores de la costa norte se desarrollarían lluvias ligeras y esporádicas. Para el verano de 2024, bajo el escenario de El Niño Costero, es probable la ocurrencia de lluvias de moderada a fuerte intensidad, principalmente en la costa norte y sierra norte, añade.
“Entre julio y noviembre, los caudales y niveles de los principales ríos presentarían valores entre debajo de lo normal y normal; mientras que en la zona norte es probable que se presenten caudales ligeramente sobre lo normal de octubre a noviembre. Asimismo, los caudales de los principales ríos afluentes del lago Titicaca presentarían un comportamiento debajo de lo normal, lo cual mantendría la tendencia descendente en el nivel de agua del lago”, precisa.
Pero El Niño global afecta, como su nombre lo dice, a todo el mundo. Valderrama nos pone ejemplos claros al respecto.
“El Niño afecta básicamente todo el clima de nuestro planeta. Ahora se conoce que un año donde está la presencia de El Niño es un año extremadamente cálido. Esto quiere decir que también se intensifican las sequías tanto en los Andes como en Estados Unidos, se ponen las lluvias mucho más intensas en la costa norte peruana, en la costa ecuatoriana, las lluvias del Monzón en la India, las lluvias en Corea, en Japón, se vuelve mucho más intensas y los veranos europeos son mucho más cálidos. Ahora se conoce que el Fenómeno El Niño es un factor que afecta el clima de todo el planeta”, finaliza.
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