Las observaciones del Orbitador Solar (SolO) de la Agencia Espacial Europea (ESA) revelaron eventos de tipo "estrella fugaz" nunca antes vistos.
Científicos han descubiertos un fenómeno similar a las estrellas fugaces en la lluvia coronal de nuestro Sol.
El descubrimiento será presentado en la reunión anual de astronomía (NAM 2023) y ha sido liderado por Patrick Antolin, profesor asistente en la Universidad de Northumbria. ¿En qué consiste su hallazgo?
¿Estrellas fugaces?
El proceso se está llevando a cabo en la lluvia coronal, un proceso de condensación en el que parte del material ardiente del Sol se acumula debido a caídas de la temperatura repentinas y localizadas.
La corona, la parte más externa de la atmósfera solar, está formada por gas a temperaturas de millones de años, por lo que las caídas de temperaturas producen enormes bolas de plasma que alcanzan los 250 kilómetros de ancho.
Por la gravedad, las bolas de fuego caen como si fueran “estrellas fugaces” hacia el centro del Sol a una velocidad de 100 kilómetros por segundos.
En la Tierra, las "estrellas fugaces" ocurren cuando los meteoroides, u objetos en el espacio que varían en tamaño desde granos de polvo hasta pequeños asteroides, ingresan a nuestra atmósfera a altas velocidades y se queman. Solo algunos meteoros llegan al suelo sin desintegrarse y los que lo hacen pueden producir enormes cráteres.
Las primeras imágenes de este fenómeno fueron capturadas por el Orbitador Solar (SolO) de la Agencia Espacial Europea (ESA) en 2022, a una velocidad de 49 millones de kilómetros.
"La corona solar interior es tan caliente que es posible que nunca podamos sondearla in situ con una nave espacial. Sin embargo, SolO orbita lo suficientemente cerca del Sol como para detectar fenómenos a pequeña escala que ocurren dentro de la corona, como el efecto de la lluvia sobre la corona, permitiéndonos una valiosa sonda indirecta del entorno coronal que es crucial para comprender su composición y termodinámica. Solo detectar lluvia coronal es un gran paso adelante para la física solar porque da pistas importantes sobre los principales misterios solares, como la forma en que se calienta a millones de grados", señala el autor en un comunicado de prensa.
"Si los humanos fueran seres extraterrestres capaces de vivir en la superficie del Sol, seríamos recompensados constantemente con vistas asombrosas de estrellas fugaces", bromea Antolin, "pero tendríamos que tener cuidado con nuestras cabezas".
Aún quedan detalles por conocer
Debido a que la corona del Sol es delgada y de baja densidad, los científicos, que publicarán su artículo este mes en el Astronomy & Astrophysics, creen que la mayoría de estas bolas de fuego llegan intactas a la superficie solar.
Eso sí, queda mucho por conocer. Hasta la fecha, nunca se han visto estos impactos y las observaciones se limitan a revelar que este proceso puede producir un breve y fuerte brillo con una oleada ascendente de material y ondas de choque que recalientan el gas de arriba.
Asimismo, los astrónomos detallan que otra diferencia con las “estrellas fugaces reales” es que su proceso de ablación, cuando se forma el material que deja un rastro detrás de la trayectoria del meteorito, es parcialmente ionizado y sigue las líneas del campo magnético, actuando como enormes tubos que canalizan el gas.
La compresión y el calor del entorno no permite que estas bolas de fuego no produzcan colas.
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