El mundo se ha globalizado. Las distancias cada vez son más cortas y lo que sucede en un país que parece lejano, puede tener repercusiones por nuestros lares en términos económicos, políticos, humanitarios o sanitarios. En tal sentido, el centro de investigación International Crisis Group (ICG) ha identificado 10 conflictos sobre los cuales debemos poner especial atención.
El primero es Ucrania. De acuerdo con ICG descartar una invasión rusa en Ucrania sería un grave error. Una confrontación bélica entre ambos países tendría sin lugar a dudas repercusiones aterradoras, y es factible que termine involucrando a los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El estallido del citado conflicto podría generar una enorme crisis humanitaria, con miles de refugiados tocando las puertas de la Unión Europea (UE). El segundo conflicto es Etiopía. La guerra entre el ejército federal del primer ministro Abiy y las fuerzas de la región norteña de Tigray está despedazando al país. Ambos bandos son acusados de cometer atrocidades contra los DDHH. La Comisión Europea teme una crisis migratoria de “dimensiones históricas”, ya que este conflicto amenaza con desestabilizar una zona con más de 200 millones de habitantes.
El tercer conflicto es Afganistán. Una calamidad humanitaria se avecina en este país de Asia Central. Según ICG esta tragedia se da básicamente debido a que los gobiernos occidentales cortaron la ayuda cuando el Talibán volvió al poder. La ONU calcula que 23 millones de personas, más de la mitad de la población, sufrirán hambre en la primavera del 2022. La tragedia humanitaria en Afganistán también amenaza a Europa con otra gran crisis migratoria. Para ICG, el cuarto conflicto tiene que ver con la disputa EEUU-China. Para esta organización con sede en Bruselas, es poco probable que se produzca un enfrentamiento directo entre Estados Unidos y China por Taiwán en el 2022. Pero la maquinaria bélica de ambas superpotencias tiene cada vez más "encuentros cercanos” alrededor de la isla taiwanesa o en la zona en disputa en el Mar de China Meridional.
El quinto conflicto es el de Irán contra Estados Unidos e Israel. IGC indica que el acuerdo nuclear iraní se encuentra en cuidados intensivos. Si dicho acuerdo colapsa, Estados Unidos o Israel pueden intentar destruir las instalaciones nucleares iraníes, lo que podría apresurar a Teherán hacia la obtención de un arma nuclear. Esta situación podría desencadenar un escenario de gran inestabilidad política en todo Oriente Próximo. El sexto conflicto se da en Yemen. Este probablemente sea el peor drama humanitario de todos. Para los investigadores de ICG, la devastadora guerra de Yemen podría empeorar. Los rebeldes hutis han rodeado y avanzado hacia la zona del Marib, rica en petróleo y gas. Para los expertos, una batalla por la ciudad de Marib sería una verdadera carnicería y prolongaría la guerra en lugar de terminarla. El séptimo tiene que ver con el conflicto interminable entre Palestina e Israel. Durante el 2021 se dieron los peores momentos de la guerra en poco más de una década, así como enfrentamientos en Jerusalén, Cisjordania y diferentes ciudades israelíes. La escalada demostró una vez más que la situación actual es insostenible.
El octavo conflicto es Haití, el único que ha identificado el ICG en nuestra región. El país caribeño ha sido duramente golpeado por crisis políticas, pandillas y desastres naturales. En julio, sicarios asesinaron al presidente Jovenel Moïse en su casa, sin que su equipo de seguridad se inmutara. Las pandillas han ido ganando influencia política. El ex policía Jimmy “Barbecue” Chérizier, lidera la alianza criminal G9, que se apoderó de terminales petroleras. En el lugar nueve de la lista aparece Myanmar. El golpe militar de febrero detuvo abruptamente una década de reformas en Myanmar. Una brutal represión contra las protestas, en su mayoría pacíficas, ha desencadenado una feroz resistencia, que va desde la desobediencia civil hasta los ataques armados contra las fuerzas de seguridad. Para los investigadores del ICG, el costo humano del enfrentamiento ha sido terrible. Sin embargo, el mundo parece indiferente a pesar de que existe el riesgo de crear un estado fallido en el corazón del Indo-Pacífico. Finalmente están las milicias en África. Este continente está sufriendo una verdadera guerra entre Estados africanos propiamente constituidos y milicias islamistas. Con el apoyo de potencias europeas como Francia, se ha podido mantener a raya a los yihadistas. Sin embargo, esta situación de escalar puede implosionar Estados enteros, generando un drama humanitario de grandes proporciones.
A manera de conclusión podemos rescatar dos aspectos. Primero, es relevante hacer seguimiento a este tipo de conflictos internacionales, que tarde o temprano tendrán un impacto en nuestro país. Segundo, que estas crisis son también una oportunidad para que nuestro país ejerza liderazgo diplomático en el concierto internacional, en aras de la resolución pacífica de los conflictos.
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