Cuando hablamos de los sistemas de innovación, nos referimos a aproximaciones académicas sobre cómo la innovación afecta la economía y el desarrollo de un país, sector industrial, región, clúster y/o cadena productiva, dependiendo el ámbito y escala a estudiar.
El método a través del cual emerge la innovación tecnológica es complejo. Se requieren muchos actores para que un proceso que comienza como una investigación termine en un nuevo o mejorado producto o proceso. Este tránsito no es lineal y se caracteriza por complicados mecanismos vinculados a relaciones interactivas entre investigadores, tecnólogos, empresarios, hacedores de políticas, políticos y la sociedad civil. Son estos nexos los que componen un sistema de innovación.
Para que este funcione, requiere[1]:
- Herramientas de investigación y desarrollo (subvenciones, préstamos blandos, incentivos tributarios, crowdfunding, entre otros).
- Fortalecimiento de bases científicas (construcción de infraestructura, centros de investigación, programas de capacitación en todos los niveles de formación superior, desarrollo de redes de cooperación y flujo de información).
- Regulaciones amparadas en un cuerpo normativo claro y adaptado a las tendencias mundiales.
- Conocimiento de las necesidades de la demanda del mercado.
- Redes de trabajo en conjunto y soporte, así como incubadoras, aceleradoras, parques tecnológicos, clústeres, etc.
En el Perú, lo primero que se nos viene a la mente es que nuestra capacidad de innovar es mínima y no necesariamente vinculada a las necesidades de la sociedad. Por ello, muchos pueden apresurarse a concluir que nuestro sistema de innovación es débil y existe poca interacción y relación entre la academia, gobierno e industria.
Y quizá muchos no lo saben, pero la Ley No 28303 define al Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Sinacyt), como el conjunto de instituciones y personas naturales dedicadas a la investigación, desarrollo e innovación tecnológica, y designa al Concytec como el organismo rector de dicho sistema. En ese marco, el Concytec asume su papel de promotor de la innovación a través de actividades orientadas a fomentar interacción y relaciones entre todos los miembros del Sinacyt, así como su proyección hacia las empresas y la sociedad en general.
Una de estas actividades es la segunda Semana Nacional de la Innovación, para la cual el Concytec y 17 organizaciones integrantes del Sistema Nacional de Innovación han coordinado plenarias y talleres especializados durante cinco días sobre temas como la formulación de proyectos para acceder a fondos no reembolsables, marcas y patentes, la equidad de género, el financiamiento para empresas en etapas iniciales, los sistemas constructivos no convencionales, la innovación agraria, la comunicación efectiva, las buenas prácticas en los institutos públicos de investigación, entre otros.
Si hay algo parecido a un atajo hacia el desarrollo sostenible de un país pasa por investigar, desarrollar tecnología e innovar en productos y servicios, que hagan más competitivo nuestro mercado. La Semana Nacional de la Innovación, que va del 15 al 18 de este mes, es la reunión de los actores que puede conducirnos hacia aquel camino.
[1] VLAČIĆ, E.; DABIĆ, M.; ARALICA, Z. National Innovation System: Where Do Government and Business Diverge? Drustvena Istrazivanja, [s. l.], v. 27, n. 4, p. 649–669, 2018. Disponível: Acesso em: 2 jul. 2019.
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