Lima 2019 fue una enorme oportunidad para repensar nuestra relación con el deporte y la política deportiva. Sin embargo, el éxito medallero peruano no logró convertirse en un legado significativo – ni para Lima ni para el deporte. Con la pandemia y la crisis política hemos dejado de hablar de los Panamericanos – que parecería se hubiesen celebrado hace años.
En el contexto inmediatamente después de los juegos, surgió la necesidad de desarrollar una nueva política deportiva, informada por la mejor evidencia disponible. LidLab nace con ese objetivo.
Cuando me reuní con Sebastián Suito y sus colegas, ya hace casi un año, este era un tema que habíamos discutido mientras estaba a cargo del IPD. Recuerdo haberle preguntado sobre los preparativos para darle mantenimiento a la nueva infraestructura que nos había dejado los juegos y para repetir el plato medallero en Santiago. En esa reunión, Sebastián y sus colegas ya venían pensando cómo aprovechar el interés que Lima 2019 había suscitado por el deporte para crear una nueva institución que respondiera esas preguntas.
El camino por recorrer, sin embargo, no es sencillo, particularmente por el interés y enfoque de LidLab.
Son dos, al menos, las cosas que me parece relevante resaltar. Primero, es un think tank que busca informar la política y la práctica de deporte. Hasta dónde sé, ninguna otra organización se ha enfocado en esto – al menos no de manera sistemática. En el mundo apenas existen un par de iniciativas similares Segundo, además de apuntar a la política del deporte, LidLab busca informar su práctica. Esta es una combinación difícil para cualquier think tank. Los llamados “think and do tank” casi nunca cumplen con lo que promete la etiqueta.
De todos los centros que estoy presentando en esta serie, LidLab es posiblemente el que más camino tiene por recorrer para definir su modelo. Por ahora, el equipo está haciendo algo que siempre le recomendamos a nuevos think tanks: está estableciendo y demarcando su territorio intelectual.
Han optado por una combinación de infografías digitales basadas en estudios de terceros y aplicados al contexto peruano, análisis y opinión, la organización y participación en eventos y talleres, y la asociación con personas e instituciones vinculadas a su sector de interés. Una estrategia muy acertada.
Le pedí a Sebastián Suito que me cuente un poco más sobre LidLab.
¿Cuál es el origen de LidLab?
A inicios de este 2020, un grupo de profesionales vinculados y apasionados por las ciencias del deporte y el desarrollo social nos juntamos para hacer realidad este think tank. Somos conscientes de que la investigación y la evidencia científica deben jugar un rol importante en el diseño y sostenibilidad de políticas deportivas, sean públicas o privadas. Buscamos, por un lado, contribuir al desarrollo del sector y la industria deportiva y, por otro lado, que el deporte sea comprendido como una herramienta de desarrollo transversal a nivel local y nacional.
¿Qué los motivó a formar LidLab?
Sabemos que el deporte es una poderosa herramienta de desarrollo a nivel personal y comunitario. Sin embargo, para motivar una mejor toma de decisiones, no basta que sea un acto de fe, se hace necesaria evidencia que permita comprender los mecanismos y condiciones requeridas para que el desarrollo suceda. Nuestra motivación es que el deporte tenga una mayor relevancia en su función social y se convierta en eje de desarrollo integral.
Para ello, LidLab promueve investigaciones, debates, intercambio de conocimientos que contribuyan al crecimiento de un sector deportivo comprometido con el desarrollo del país.
¿Qué los hace especiales, qué los diferencia de otros centros?
Por un lado, buscamos generar, promover y difundir evidencia científica sobre las ciencias del deporte y el deporte para el desarrollo para una mejor toma de decisiones, que es algo que no se ha realizado mucho en nuestro país. Por otro lado, nos hemos propuesto acercar conceptos académicos que pudieran ser complicados de entender a la población en general con un lenguaje fácil y puedan ser usados en su día a día.
Además, a pesar de haber empezado recientemente ya estamos realizando colaboraciones con actores claves en el sector deportivo, lo cual nos llena de alegría y ganas de seguir construyendo LidLab.
¿Cuáles son sus objetivos?
Generar y difundir el conocimiento académico en y del sector deportivo, fomentar la construcción de políticas deportivas sostenibles que impulsen el desarrollo del deporte y promover alianzas y oportunidades para el desarrollo social a través del deporte.
¿Cuál ha sido el principal reto que han enfrentado hasta el momento?
Un reto es dar a conocer la forma de funcionamiento de un think tank y cómo puede contribuir en el ámbito deportivo. Inclusive para nosotros comprender de qué manera podemos impactar de manera novedosa y significativa en el sector nos tomó un tiempo. Sin embargo, creemos firmemente que la investigación científica puede contribuir a identificar vacíos y buscar soluciones a los problemas que por tanto tiempo han limitado el desarrollo deportivo en nuestro país. Por otro lado, la llegada de la pandemia y el establecimiento del confinamiento -y consiguiente reinvención de las actividades en el deporte, nos ha permitido repensar el sector también bajo estas circunstancias.
Otro reto es el de fortalecer la comprensión sobre el vínculo entre la agenda deportiva y otras agendas no deportivas vinculadas al desarrollo entre todos los actores del sector. A nivel global, la política deportiva está siendo reorientada para que considere mayores vínculos con las agendas de salud, seguridad ciudadana, educación e inclusión social. ¿Qué retos significa este cambio? Primero, comprender que la política deportiva está cambiando de enfoque hacia uno más integral: pasamos de la inversión por el bien del deporte, al de la inversión en el deporte como bien social. En segundo lugar, que debe medirse el impacto social de la inversión en el deporte en otras agendas. Solo así el deporte logrará esa relevancia mayor en la agenda política y de desarrollo de nuestro país.
¿Cómo se financian? (pregunto esto porque en OTT promovemos la transparencia)
Estamos en una etapa inicial, creamos este proyecto a pocos días del inicio de la pandemia, es por ello que por el momento el financiamiento es autogestionado, apoyado en los talentos y conocimientos de cada uno de los miembros fundadores. Sin embargo, esperamos pronto lanzar nuestra estrategia de captación de fondos que nos permitan empezar nuestras propias investigaciones, así como establecer alianzas con otras instituciones que nos permitan iniciar nuevos proyectos desde LidLab para toda la comunidad.
LidLab enfrenta un reto particular. Tiene que crear una demanda por lo que ofrece. Primero, debe desarrollar una narrativa que vincule al deporte con otros sectores y agendas – política, económicas y sociales. Una buena política deportiva puede contribuir a alcanzar metas en educación, salud, cohesión social, inclusión de poblaciones vulnerables, etc.
Segundo, debe convencer a los que actualmente lideran la política deportiva que el deporte necesita una inyección de investigación. Al combinar la política con la práctica puede que encuentren formas de lograr este objetivo.
Igual de importante, creo, es ayudar a forjar una narrativa pública que apoye este tipo de esfuerzos. Este en un rol que los think tanks muchas veces dejan de lado. Se enfocan en públicos muy limitados – decisores públicos y privados. Se olvidan del resto de la población. En este tema, sin embargo, creo que apuntar a ellos es el camino indicado. No es difícil imaginarnos un Perú con una mejor política deportiva: un Perú de medallas y mundiales
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