Buscar
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La información más relevante de la actualidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
El poder en tus manos
EP135 | INFORMES | Los momentos electorales más importantes del 2024
EP 135 • 04:06
Entrevistas ADN
El vocero del Ministerio Público: prohibición para detención preliminar sin flagrancia ha sido introducido de contrabando
EP 1763 • 10:56
Reflexiones del evangelio
Jueves 12 de diciembre | (Nuestra Sra. de Guadalupe) - "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?"
EP 844 • 11:42

Memoria viva (1)

La memoria se compone de un proceso activo, vivo que convoca diversos sentidos, tanto de quienes asumen el proceso como un camino de paz como de quienes pretenden el olvido.

Uno de los espacios más valorados para elaborar el recuerdo doloroso de un pasado violento, son los denominados lugares de memoria. Se trata de una representación física o simbólica del pasado en el espacio público y busca ofrecer un homenaje a las víctimas de ese periodo de violencia (Brett et al., 2007)[2]. Estos espacios cobran importancia tanto a nivel social —colectivo— como a nivel personal, dado que permiten mecanismos de duelo y reparación simbólica para las personas que sufrieron la violencia directamente o perdieron a un familiar y nunca recuperaron su cuerpo.

Los lugares de memoria o memoriales no solo representan lo que pasó, sino que buscan recuperar la memoria de los que no están, permitiendo así recomponer –o iniciar- un diálogo en la sociedad que muchas veces deja de intervenir en estos procesos (Collins, 2011). Con su dolor y sus posibilidades, la memoria se compone de un proceso activo, vivo que convoca diversos sentidos, tanto de quienes asumen el proceso como un camino de paz como de quienes pretenden el olvido.

Una expresión de ello es la reciente apertura de la Casa de la Memoria Viva de la Asociación Nuevo Amanecer de Huachipa, en el distrito limeño de Lurigancho-Chosica, una propuesta impulsada por los propios familiares y víctimas de desaparición forzada durante el conflicto armado interno. Un nuevo lugar de memoria que permite recordar desde la propia historia de sus familiares, desde su propia identidad. Como ha señalado Gonzalo Quispe, presidente de la Asociación: “Nuestros padres -con sus propias manos- dieron forma a este basural, tuvieron que dormir en este descampado y resistir múltiples intentos de invasión…Ahora los hijos seguimos adelante: Somos memoria viva, aquí pueden encontrar la historia narrada por los propios familiares sin filtro, desde nuestra propia identidad”.

La Asociación Nuevo Amanecer forma parte de la Asociación Nacional de Familiares de Asesinados, Desaparecidos, Ejecutados Extrajudicialmente, Desplazados y Torturados (ANFADET - Casos CIDH), que junto a otras instituciones ha emprendido un camino de búsqueda de derechos y reparación. En ese proceso no están solos, surgen nuevos actores desde el sector privado, como la Universidad de Ciencias y Artes de Lima (UCAL) y la ONG CESAL, que buscan aportar a entender nuestro pasado y enriquecer nuestro presente; recuperar la memoria y la dignidad de las víctimas del conflicto armado interno. 

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ha anunciado un proceso para elaborar una política nacional de memoria, que tome en cuenta no solo a las víctimas de todos los sectores involucrados sino a toda la sociedad. Según una encuesta realizada por el Instituto de Opinión Pública de la PUCP (IOP-PUCP)[3], solo el 16.8% de la población (encuestada) afirma conocer alguna iniciativa de conmemoración del conflicto armado interno (CAI). Al mismo tiempo, el 71.8% de los/as participantes considera como muy importante los programas educativos sobre el conflicto armado interno como una forma de conmemoración.

Urge entonces que esa política nacional de memoria se construya a partir de una articulación con los ministerios de Educación, Defensa e Interior y otros sectores del estado; que recoja las diversas iniciativas –privadas, mixtas o estatales- y que sobre todo involucre la participación activa de las víctimas, como un elemento clave de las reparaciones del estado y la sociedad.

[1] Las reflexiones planteadas son parte de la investigación “Construyendo una tipología: Registro y explicación de los procesos sociales en los lugares de memoria posconflicto en el Perú”, DGI-PUCP.  

[2] Brett et al. (2007). Memorialización y democracia: Políticas de estado y acción civil. FLACSO, ICTJ, Coalición Internacional de Sitios de Conciencia. Recuperado de https://www.ictj.org/sites/default/files/ICTJ-Global-Memorialization-Democracy-2007-Spanish.pdf

[3] Ver Encuesta Nacional sobre Enseñanza y memoria reciente en el Perú, IOP-PUCP, diciembre 2019: http://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/169132/IOP_0719_01_R3.pdf?sequence=4&isAllowed=y

| Fuente: Freeimages
NOTA: “Ni el Grupo RPP, ni sus directores, accionistas, representantes legales, gerentes y/o empleados serán responsables bajo ninguna circunstancia por las declaraciones, comentarios u opiniones vertidas en la presente columna, siendo el único responsable el autor de la misma.
Iris Jave

Iris Jave Comunicadora y politóloga

Responsable de la línea Memoria, democracia y postconflicto del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP). Especialista en temas relacionados a políticas públicas, género y participación política, y docente de Comunicación Política en la PUCP y en la Universidad de Lima.

Tags

Otros columnistas

Ver más

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Últimas noticias

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA