El contexto de la reforma política en el Perú pone en bandeja la necesidad de analizar otros panoramas electorales y entender sus dinámicas. Tener una mejor y mayor información sobre las elecciones primarias en Estados Unidos nos dará un entendimiento adecuado de las reformas que se plantean en nuestro debate nacional. Es importante recalcar que no se busca hacer una copia del sistema electoral americano, pero sí una reflexión de cómo se conducen estas para que el sistema político se fortalezca.
En los Estados Unidos, después de la mitad del período del actual gobernante, los partidos políticos comienzan sus carreras electorales. En este caso, se desarrollan elecciones primarias abiertas para que los ciudadanos elijan, mediante su voto, quién puede ser el mejor representante de las ideas de cada partido. En un sistema democrático de pocos partidos, este proceso resulta relativamente fácil. En el caso de los Estados Unidos el bipartidismo juega un rol importante. Este sistema contribuye a controlar los espacios y dinámicas del discurso de los candidatos.
Más de 20 hombres y mujeres se han postulado para conseguir la nominación del Partido Demócrata a las elecciones del 3 de noviembre de 2020 e intentar sacar de la Casa Blanca al actual presidente Donald Trump.
¿Cómo se llega a la terna de candidatos?
El proceso se desarrolla mediante las reglas que el Partido Demócrata ha impuesto luego de las convenciones que se han realizado a lo largo de todo el país. Así, los criterios de selección para participar en cada debate son amplios, al principio, y con el tiempo se vuelven muy rigurosos. La primera etapa se enfoca en la aceptación del público. El candidato debe aparecer en las encuestas con un mínimo del 1%. Lo segundo es la recaudación de fondos. Como mínimo deben tener 65,000 donantes, en un promedio de 200 donantes por estado, todo validado y contrastado por el Comité Central del partido. En esta etapa podemos toparnos con hasta 20 candidatos. Con cada debate se van añadiendo cláusulas excluyentes para obtener una terna final consistente con la aceptación del público y la posibilidad de recibir financiamiento, ya sea de individuos o instituciones.
En el contexto peruano: ¿Cuáles son las ternas que podrían ofrecernos los partidos políticos? ¿Qué tipo de validación sería la adecuada para obtener la mejor terna? Es un tema que tendría que revisarse a fondo.
A lo largo de la semana pasada varios candidatos de la tienda demócrata esbozaron sus ideas de porqué ellos deberían ser los representantes del partido a las elecciones presidenciales. En este punto, la logística y la estrategia se vuelven claves. El candidato debe pensar en cuál es el mejor día para exponer, contra quién van a debatir. Por ejemplo, la candidata favorita, Elizabeth Ann Warren, aprovechó para mostrarse en el del primer día de debate. En el segundo día, Joe Biden, exvicepresidente de Barack Obama, brilló. Él concentra la popularidad de las encuestas.
Nuevamente, volviendo a nuestra realidad: ¿Qué tan preparados están los partidos peruanos para que, con un adecuado manejo logístico, muestren sus propuestas? Internamente sabemos la respuesta, y esta preocupa.
Con este primer debate se ha iniciado un ciclo de discusión política, aún falta ver cómo ser perfilarán los siguientes dos debates en el ala demócrata. Recordemos que estas son campañas de largo aliento. Asimismo, queda pendiente ver qué sucederá en la orilla republicana. Este último, sin duda, será todo un show, conociendo lo televiso y mediático que es el presidente actual.
Más allá de los debates y agendas que se desarrollen dentro de esta elección primaria, sugiero al amable lector que revise el proceso que está llevando Estados Unidos. Luego de ello, reflexione si nuestro entorno local está en capacidad de desarrollar dicho ejercicio.
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