A 10 años de la ISO 26000

La responsabilidad social es un modelo de gestión que desde hace décadas implementan empresas y organizaciones a nivel mundial. La presentación de la ISO 26000, en noviembre del 2010, es muy recordada pues significó un importante avance en la promoción del concepto en nuestro país y en el mundo.  Sin duda, esta norma no certificable marcó un precedente sobre la importancia de promover la responsabilidad social y con ello el desarrollo sostenible desde todos los sectores, organizaciones y empresas a nivel mundial. Todas las organizaciones: pequeñas, medianas, y grandes están llamadas a ser socialmente responsables independiente a su origen, es decir: públicas, privadas o del tercer sector. La gestión de la responsabilidad social es un modelo que se adopta desde la toma de decisiones de los líderes de las empresas y se evidencia en cada uno de los procesos que desarrollan las organizaciones.  En cada momento y siempre en relacionamiento con cada uno de los grupos de interés.

Han pasado 10 años de la presentación de esta norma y aún existe un trabajo pendiente que realizar en materia de responsabilidad social. El comité espejo de la ISO 26000 en Perú, conformado el 2005 y hoy gestionado desde la INCAL ha cumplido 15 años de labores. El grupo humano, del cual formo parte, está compuesto por entusiastas líderes del sector público, privado, academia y del tercer sector,  cada uno desde su ámbito de trabajo continúan haciendo apostolado sobre la transcendencia de tener un país y un mundo más ético, más responsable, más sostenible. Seguimos debatiendo sobre la relevancia de difundir más tema, de generar buenas prácticas y de sistematizar las mejores experiencias. 

La promoción de la responsabilidad no es un esfuerzo que solo se deba promover desde el gobierno, o desde las empresas, sino desde todos los sectores y especialmente desde la ciudadanía. El cambio para un Perú más sostenible y responsable a miras del Bicentenario nos recuerda que el compromiso es individual para un logro colectivo. Por ejemplo, los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) nos manifiestan la hoja de ruta, sin embargo, lo más importante es el compromiso de los directivos, de los tomadores de decisiones de las organizaciones, quienes a diario van marcando la pauta en materia de responsabilidad social. Además, se viene promoviendo espacios para evidenciar lecciones aprendidas y buenas prácticas que demuestren que la gestión socialmente responsable y ética es un camino justo que promueve la buena convivencia y mejora de la calidad de vida de todos los peruanos. Tenemos esperanza de un mejor país. Existen iniciativas que nos señalan que vamos por un buen camino, nuestros jóvenes millennialls que nos han recordado que tenemos que luchar por causas justas y que somos un país fuerte, más fuerte que sus problemas. Hoy nos corresponde, actuar mediante diversos caminos: dialogando, denunciando, participando, estando presente en el desarrollo del país, desde el lugar que a cada uno le corresponda.  Cumpliendo con sus responsabilidades y siendo coherente entre el discurso y la acción.