El crecimiento y la estabilidad económica del Perú en los años previos a la pandemia de la COVID-19 le han permitido posicionarse como uno de los países con niveles de riesgo país más bajos de Latinoamérica. Sin embargo, este buen desempeño ha retrocedido a partir del 2020 en adelante, debido, sobre todo, a la crisis política que atraviesa el país. Por ello, es importante conocer a fondo este concepto, el cual involucra aspectos internos que influyen en el aumento o descenso de la inversión privada.
Inversiones complicadas
El riesgo país es un concepto que nos permite definir cuán complicado es invertir o realizar operaciones comerciales en un determinado país, según diversos factores internos. En ese sentido, abarca aspectos como la estabilidad política y el nivel de seguridad pública, los cuales también son comparados con los de otras naciones más desarrolladas.
Por ejemplo, si un inversionista desea realizar operaciones en Estados Unidos, verá que tiene un marco jurídico y de negocios mucho más sólido que en el Perú. La economía es más grande, las instituciones públicas están más fortalecidas y su sistema judicial es efectivo. Por otro lado, en nuestro país, el alto nivel de corrupción, la precariedad de las instituciones y la inestabilidad política, entre otros factores, provocarán que la inversión genere ganancias menores a las que se obtendrían, por ejemplo, en Estados Unidos.
Riesgo país y soberano
Uno de los indicadores más comunes y populares para definir el riesgo país es el índice EMBI de JP Morgan Chase. Consiste en revisar los instrumentos de deuda que tiene el país y determinar su rendimiento en comparación con los instrumentos de países desarrollados. Por ejemplo, si los bonos peruanos tienen un rendimiento anual de 7 % y los estadounidenses rinden solo 4 %, la diferencia entre ambos se aceptará como el riesgo país de Perú.
Otro indicador relacionado es el riesgo soberano, entendido como la probabilidad de que el Estado del país donde se invierte no cumpla con el pago de sus deudas. Con base en esta información, suelen generarse las calificaciones crediticias que conocemos. Sin embargo, es importante mencionar que el riesgo país, como concepto, es mucho más amplio.
Comparativa con Chile
Cabe preguntarse si, como se ha planteado recientemente, el Perú ha superado a Chile en cuanto a estabilidad financiera. Una comparación más detallada nos revela que nuestro país tuvo el nivel de riesgo más bajo solo durante el 35 % del periodo 2017-2021 (aproximadamente 20 meses). Este lapso abarcó desde junio de 2019 hasta enero de 2020, debido a que, en ese entonces, se registraron protestas en Chile y se aprobó la asamblea constituyente.
A partir del 2021, el Perú aumentó su riesgo país de manera considerable, sobre todo a partir de los resultados de la primera vuelta de las elecciones, con una mayor tendencia al alza que en Chile. Así, en agosto del 2021, el Perú registró su pico más reciente, con un 1.83 %, frente al 1.38 % de aquel entonces en Chile. Hoy observamos que el riesgo país del Perú y Chile se encuentra en aumento, aunque en el Perú se mantiene a un ritmo menor, por ahora.
Desafíos políticos
Un riesgo país más alto genera que los inversionistas tengan que gastar más para invertir en el Perú, debido al aumento del endeudamiento y los costos de los créditos. Si con esta inversión ya no se alcanza el punto de rentabilidad previamente proyectado, preferirán buscar otro país más atractivo para invertir, lo que deteriorará nuestro panorama financiero.
Lo mejor que puede hacer el Perú para disminuir su nivel de riesgo es reducir la inestabilidad política, la corrupción y mejorar el funcionamiento de las instituciones, causas principales de la pérdida de confianza para invertir. Si bien otros factores externos también afectan nuestro desempeño financiero, debemos centrarnos más en aquellos factores que sí podemos controlar, aunque vale mencionar que las perspectivas de mejora serán a mediano o largo plazo, por el escenario actual que atraviesa el país y la región en general.
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