Nos encontramos en un escenario caracterizado por el cambio tecnológico disruptivo y constante, donde el desarrollo que están teniendo los sistemas de inteligencia artificial como chat GPT, Google Bard, Youchat, Bloom, entre otros, está transformando la forma como las organizaciones realizan sus actividades y con un impacto aún no calculado en los empleos.
Andrés Oppenheimer publica en el 2018 un libro titulado ¡Sálvese Quien Pueda! El Futuro del Trabajo en la Era de la Automatización, donde cita un estudio de la Universidad de Oxford que pronosticó que el 47 % de los empleos corrían el riesgo de ser reemplazados por robots y computadoras con inteligencia artificial en Estados Unidos durante los próximos 15 o 20 años. También Oppenheimer menciona al historiador israelí Yuval Noah Harari en su libro, donde este último explica que, con estos cambios tecnológicos, habrá un grupo de personas con menor formación y, por lo tanto, con mayor posibilidad de que sus actividades sean reemplazadas por robots o inteligencia artificial.
Por otro lado, lo que estamos empezando a ver en la realidad es que incluso actividades profesionales que están vinculadas a tareas de manejo de información y datos, como la elaboración de contratos legales, análisis de mercado predictivos con información proporcionada, diagnósticos médicos, entrevistas para postulantes a posiciones laborales, entre otras, ya se están realizando con apoyo de inteligencia artificial.
Otro grupo de expertos en tecnología, como Marc Vidal, son de la opinión que si bien es cierto un grupo de profesiones serán eliminadas por la inteligencia artificial, también otras tantas nuevas serán creadas. Él considera que el uso de la inteligencia artificial puede empoderar a las personas y hacer que tengan mejores resultados en su actividad profesional, siempre y cuando entiendan primero cómo funciona esta herramienta tecnológica, para luego poder hacer un mejor uso de ella.
En otras palabras, la inteligencia artificial se convierte en una herramienta más sofisticada que obligará a las personas a tener que constantemente aprender cosas nuevas, donde esta tecnología se convertirá en ese brazo ejecutor de las nuevas ideas propuestas por las personas, así como por la discusión creativa entre estas personas y la inteligencia artificial. Marc Vidal suele comentar en sus conferencias y podcasts que la persona que tenga éxito en la vida laboral del futuro (o del presente cercano) será aquella que logre llevarse mejor con la inteligencia artificial.
En una encuesta realizada por McKinsey en el 2021, y citada en su artículo titulado La Nueva Ventaja Digital: Repensar la Estrategia para la Era Postpandemia, se afirma que las compañías que pongan la tecnología en el centro de su perspectiva, sus capacidades y sus liderazgos serán las dueñas del futuro. Al respecto, en una de las preguntas de la encuesta se hace referencia a la necesidad de que todos los equipos de liderazgo de las organizaciones, independientemente del área donde se desempeñen, deben volverse expertos en tecnología. Por ejemplo, áreas como las de recursos humanos, que tradicionalmente se pensaban menos ligadas con la tecnología, en la actualidad están haciendo uso de software especializados en manejo de talento humano (people analytics) y recurriendo a servicios de empresas que brindan servicios de reclutamiento y selección de personal utilizando aplicaciones de inteligencia artificial.
Estos superequipos seguirán evolucionando de la mano de las nuevas tecnologías y de la inteligencia artificial en las organizaciones del mundo, y el Perú no será la excepción. El reto de todos los trabajadores es tener la capacidad de poder seguir aprendiendo y reconvertirnos permanentemente para poder interactuar mejor con esas tecnologías. Solo de esa capacidad de reinventarnos dependerá la posibilidad de seguir estando vigentes en el mercado laboral del futuro cercano.
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