Para las organizaciones, la adopción de la responsabilidad social (RS) es un reto y, al mismo tiempo, casi una obligación en tiempos modernos. Y digo que es un reto porque muchas veces se confunde la responsabilidad social en las organizaciones con realizar algunas campañas o actividades con un enfoque específico en alguno de los ejes de la responsabilidad social en alguno de los departamentos dentro de una organización. Inclusive, algunas empresas de mayor tamaño han creado departamentos de responsabilidad social para coordinar estos esfuerzos sin lograr una implementación efectiva.
Para desarrollar una correcta implementación de la responsabilidad social dentro de una organización debe existir una sólida comprensión de esta en los departamentos funcionales que la ejecutarán. En un inicio, es el departamento de RS que deberá tomar responsabilidad de dirigir las iniciativas, definir las metas y desarrollar una estrategia centralizada para la compañía. Esto implica que son los responsables de la RS en la organización quienes deben participar de manera proactiva en reuniones con los departamentos para determinar la mejor manera de adaptar la estrategia en cada eje de la organización. Por ello, es normal que una organización que inicia en la responsabilidad social concentre sus esfuerzos en un grupo dedicado de personas que coordinen con las demás.
Hacia una etapa más madura, la estrategia se centralizará y las tareas podrán comenzar a descentralizarse. Las unidades funcionales de la organización podrán comenzar a hacerse cargo, así como controlar la implementación de la misma y monitorear su progreso. Una organización podrá considerarse madura en el momento en que los departamentos dentro de una organización sean dueños de los procesos de RS en lugar del departamento de RS. Esto implica que cada departamento sea capaz de poder diseñar y adaptar la estrategia de RS a sus propias necesidades y donde el departamento de RS juegue un rol de ayuda y soporte en lugar de tomar decisiones por el despliegue en los esfuerzos dentro de la organización. Sin importar cual sea el nivel de madurez de la RS dentro de la organización, la comunicación y las relaciones serán clave para el éxito de la RS, pues solo así podemos asegurar que se siga la estrategia de manera correcta en cada rincón de la organización.
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