Revisas tu teléfono, prendes tu televisión y sintonizas tu programa de suscripción de streaming, haces deporte que es monitoreado por tu reloj inteligente, subes tus documentos a la nube a través de tu laptop. Estos aparatos están conectados y las marcas que los producen han desarrollado productos que puedan comunicarse entre sí y compartir la información entre ellos para brindarte mejor comodidad. Muy probablemente, estés comprando productos de la misma marca por la mayor fluidez que tiene para comunicarse con tus otros productos. Las empresas lo saben y lo han comenzado a promocionar como un estilo de vida. Al comprar una línea de productos, te están vendiendo el acceso a un club ya sea de estatus, bienestar, salud, amigable con el ambiente o en pro de prácticas responsables.
La generación de consumidores del presente busca un sentimiento de pertenencia social, el cual ha ido siendo moldeado por las empresas, alimentando y expandiendo esta necesidad. Generar un estilo de vida a partir de una marca no es fácil, pues el concepto debe tener potencial para convertirse en una tendencia o poder atraer a las personas hacia la cultura de la empresa. La semana pasada se dio el lanzamiento de Apple One durante su evento de presentación de productos anual, el cual promete por una suscripción mensual entregar todos los servicios como Music, TV+, Arcade, Cloud, News+ y Fitness+. Bien dicen que las buenas prácticas deben imitarse y con estas estrategias queda claro que las empresas están buscando crear sinergias entre sus productos para que los consumidores entren en un círculo de consumo que les pertenezca. Sin embargo, no es difícil aplicar el concepto de un estilo de vida a otros productos, como bien lo han hecho Nike o Redbull.
La próxima vez que compre un producto piense en lo que este realmente significa para usted y cómo se alinea con sus valores. Verá que los productos que consume comparten más en común de lo que imagina.
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