Contamos detenidamente nuestras desgracias
y aceptamos nuestras bendiciones sin reparar en ellas
Proverbio chino
Algunos definen la gratitud como una emoción, otros como un sentimiento, y otros como una actitud. Sin embargo, en cualquiera de estas modalidades, la gratitud lo que hace es que estimemos y reconozcamos que hemos recibido un bien de parte de alguien o de algo.
Podemos sentir gratitud de distintas fuentes:
- Gratitud de los demás y hacia los demás: Podemos estar agradecidos de las personas que están o han estado en nuestra vida, y de lo bueno que pueden haber hecho por nosotros. También podemos estar agradecidos simplemente por su existencia (no necesariamente porque han hecho algo bueno por nosotros). No somos agradecidos con los demás cuando queremos que los otros cambien y que sean como nosotros pensamos que tienen que ser.
- Gratitud hacia las situaciones: Boris Cyrulnik decía que los acontecimientos de nuestra vida cobran sentido cuando miramos hacia atrás y nos damos cuenta de para qué sirvieron. Toda circunstancia nos enseña algo, incluso las crisis encierran una bendición, un aprendizaje, un beneficio. Las crisis nos hacen crecer y madurar. preguntémonos cuando algo nos pasa: ¿qué hay detrás de esta situación?,¿qué hay oculto que no puedo ver? Reconozcamos con agradecimiento lo que es. Toda situación nos desafía.
- Gratitud hacia nosotros mismos: de nuestro ser, que es único e irrepetible. Cuando no nos valoramos y queremos ser como otros, no estamos siendo agradecidos con nosotros mismos. Tampoco lo somos cuando no nos cuidamos. Reconozcamos con agradecimiento lo que somos.
Como vemos, tenemos cantidad de oportunidades y posibilidades para ser agradecidos: gratitud por lo que vamos aprendiendo, por la vida, por las cosas buenas, por las cosas bellas, por la naturaleza, por los vínculos familiares y amicales, por la salud, por el trabajo, por el amor. Es imposible no estar agradecidos por algo o por alguien en nuestras vidas.
La gratitud nos aporta varios beneficios: mejora nuestra calidad de vida, promueve el bienestar, contribuye a la salud mental y física, combatiendo la depresión y la ansiedad (ya que hace que nos enfoquemos en lo positivo). La gratitud es poderosa, nos convierte en personas que valoran su vida y que disfrutan de ella, y por tanto nos acerca más a la felicidad.
Asimismo, promueve que seamos recíprocos, ya que nos impulsa espontánea y voluntariamente a cuidar, proteger, dedicar tiempo, expresar afecto, o simplemente recordar con cariño a esa persona a la cual estamos agradecidos, reforzando así nuestros vínculos interpersonales. También nos permite aprender de la situación que la inspiró.
No nos olvidemos de contar siempre nuestras bendiciones. El agradecimiento depende más de la actitud que de las circunstancias. Muchas veces echamos en falta lo que no tenemos y no damos gracias por lo que tenemos.
Y tú ¿Qué tan agradecido(a) eres?
Ejercita tu gratitud:
Al acostarte piensa y recuerda dos o tres momentos gratos que tuviste en el día.
Preguntas que te pueden ayudar: ¿a quién puedo estar agradecido y por qué?, ¿qué experiencia me ha favorecido, me ha ayudado hoy a crecer, a ser mejor?, ¿qué de bueno hizo alguien por mí?, ¿qué de bueno hice por mí?, ¿qué de bueno hice por alguien?, entre otras que estimes te puedan ayudar.
Al levantarte piensa en dos o tres cosas por las que agradecer.
Preguntas que te pueden ayudar: ¿cómo me he levantado hoy?, ¿qué proyecto tengo para hoy? ¿con quién me voy a ver hoy?, ¿qué actitud voy a tener hoy?, entre otras que estimes te puedan ayudar.
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