
Durante la Semana Santa, los cristianos generalmente recordamos aspectos como el sufrimiento del hijo de Dios, la crueldad de algunas personas y la actuación piadosa de otras. Casi nunca recordamos que ese sufrimiento resulta en gran parte a que allí se dio la peor elección de la historia del mundo. Y conviene, sobre todo, recordar ese aspectos en estos días santos, ahora que se acaba de convocar a elecciones generales para la elección de las autoridades que regirán la suerte de los peruanos en los próximos años.
¿En Semana Santa se dio la peor elección de la historia? Sí, paisana, paisano, porque cuando el gobernador romano de Judea, Poncio Pilatos, pidió al pueblo de Galilea que elija entre liberar a Barrabás o a Jesús, la mayoría eligió liberar al famoso bandido y no al hijo de Dios. Sin duda ese voto ya no puede cambiarse hoy. Y es bueno que la Semana Santa nos haga reflexionar sobre la crueldad de los hombres y la necesidad de caridad y sacrificio. Pero también debería hacernos reflexionar sobre la necesidad de no equivocarnos de nuevo en elecciones que pueden tener repercusiones inmensas para todos.

Pero Rolando, dirá usted paisana, ¿estás comparando la elección del evangelio con una elección política? Bueno, la razón de ser profunda de los evangelios es la de educar, y por eso sus enseñanzas deben ser aplicadas en todo aquello que pueda ser útil para la sociedad. Y sin duda una elección de las autoridades, de cuya actuación dependerá mucho el bienestar de los niños, de las madres, de los ancianos y de usted y yo, paisana, paisano, merece la luz de una reflexión así.
Por eso, en estos días de Semana Santa, aprovechando las promesas de cambio que la fecha propicia, sería muy bueno proponernos que nuestra actuación ciudadana en las elecciones, que ocurrirán dentro de 12 meses, no sea un voto irreflexivo y equivocado como el que ocurrió hace dos mil años. O como los que hemos visto en muchas elecciones en nuestro país en los últimos tiempos.
¿Qué usted no cree posible que los peruanos elijamos mejor? ¿Que la historia nos demuestra que siempre elegimos mal? Tal vez sea cierto, pero, nuevamente, el espíritu de esta semana tan especial nos muestra que nada es irremediable, y que incluso en la peor de las situaciones se puede cambiar, o resucitar. ¿Qué podemos hacer nosotros, paisana, paisano, para que los ciudadanos elijamos mejor, y no cometamos un error como el que la Semana Santa nos recuerda?
Comparte esta noticia