El considerable avance de la tecnología y la cada vez más intensa competencia global por mantenerse en el mercado y crecer, ha llevado a la innovación a ser cada vez más un componente diferenciador, al momento de agregar valor al producto o servicio que ofertan las organizaciones. La mayoría de los CEO´s actuales consideran a la innovación como un elemento prioritario en sus organizaciones, puesto que es un mecanismo mediante el cual las empresas generan nuevos sistemas para adaptarse a los mercados, tecnologías y necesidades del consumidor.
Los académicos sostienen que las divergencias entre las organizaciones en cuanto a rendimiento económico, reputación de marca, captación y fidelización de clientes, se dan gracias a las diferencias que surgen de aquellos recursos y capacidades específicas de cada empresa que no pueden ser fácilmente simulados o reemplazados. No obstante, estos recursos y capacidades específicas no son exclusivas de un área en particular, sino que muchas veces son tácitamente transversales a toda la organización. Es por esto que las principales marcas innovadoras fomentan y recompensan la innovación desde cualquier lugar dentro de la empresa, puesto que ven a esta como un mecanismo para crear nuevos conocimientos y ventajas competitivas en cualquiera de los ámbitos organizacionales[1].
En 2018, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), hizo un cambio importante en la definición de innovación empresarial con respecto al año anterior y considera dos tipos principales de innovación: 1) innovaciones de productos e 2) innovaciones de procesos comerciales. La innovación de producto es definida como un bien o servicio nuevo o mejorado que difiere significativamente de los bienes o servicios anteriores de la empresa, y que ha sido introducido en el mercado. Por otro lado, la innovación de un proceso comercial es considerada como un proceso nuevo o mejorado para una o más funciones comerciales, que difiere significativamente de los procesos comerciales anteriores de la empresa y que permiten la mejora en la entrega de productos para la venta[2].
En ese sentido, si bien la innovación es considerada como factor clave de la competitividad y tradicionalmente ha sido vinculada al ámbito tecnológico, hoy en día las capacidades de innovación en una empresa deben ser entendidas como aquellas habilidades mediante las cuales se puede lograr un mejor desempeño competitivo, a través de su correcta gestión[3]; siendo un elemento transversal a la empresa y no exclusivo del área de Tecnología de Información o de Investigación y Desarrollo.
Bajo esta perspectiva, la capacidad de innovación en sí misma no es un elemento analizable por separado, esta capacidad se compone y se nutre de prácticas y procesos interactivos de toda la empresa. Estos procesos deben ser un mecanismo clave para estimular, medir, recompensar y reforzar la innovación.
Por esta razón, es importante que la organización esté alineada en su totalidad a un enfoque integrador de innovación, tanto la estrategia de la empresa, los sistemas organizativos internos, la cultura, el clima, la tecnología, como también la gestión del capital humano. De esta forma, aseguramos que todas las áreas participen activamente desde su expertise en la generación de los distintos tipos de innovaciones, que permitan a la organización no solo sobrevivir, sino también generar valor agregado y diferenciador para mantenerse y crecer dentro de su mercado; y expandirse a nuevos segmentos. En tu empresa ¿están dispuestos a asumir este reto?
[1] Lawson B., & Samson, D. (2001) Developing innovation capaility in organizations: a dynamic capabilities approach. International Journal of Innovation Management, 5(3), 377-400.
[2] OECD/Eurostat (2018), Oslo Manual 2018: Guidelines for Collecting, Reporting and Using Data on Innovation, 4th Edition, The Measurement of Scientific, Technological and Innovation Activities, OECD Publishing, Paris/Eurostat, Luxembourg.
https://doi.org/10.1787/9789264304604
[3] García, O., Quintero, J. & Arias, J. (2014) Capacidades de innovación, desempeño innovador y desempeño organizacional en las empresas del sector servicios. Cuadernos de administración 27(49), 87-108.
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