La iglesia ha sufrido persecución siempre. No ha habido siglo en el que la iglesia haya tenido un tiempo absolutamente pacífico. Todos los apóstoles sufrieron el martirio y los sucesores de los apóstoles corrieron la misma suerte. Así lo ha señalado Mons. Ricardo Coronado Arrascue, Vicario Judicial de Cajamarca.
“Groso modo, las principales persecuciones han sido: La de las autoridades judías, como la de Herodes; las persecuciones del imperio romano; las persecuciones con las primeras herejías, una de las peores, el arrianismo. Luego vinieron las persecuciones del Oriente, como los enfrentamientos con el islam”, señaló.
“Posteriormente, la de las reformas protestantes, las de la Ilustración y del marxismo. El siglo XX fue el más sangriento para la iglesia en manos de las hordas comunistas. La persecución sangrienta en México desde 1926 al 1929 y en España a partir de 1936”, expresó Mons. Ricardo, originario de Chota.
Mons. Ricardo, quien ha trabajado veinte años como Vicario Judicial de Colorado Springs, EE.UU., recordó el derramamiento de sangre de cientos de miles de cristianos en Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Rusia y Ucrania. “No ha habido un siglo en que la Iglesia no haya sido perseguida”, expresó.
Y agregó que “ser cristiano es absolutamente subversivo en el sentido más claro de la palabra”. En este sentido, dijo que la iglesia ha contribuido al mundo con cuatro avances muy beneficiosos: El método científico fue descubierto en la Iglesia; los hospitales como instituciones fueron creados por la iglesia y ahora son del estado.
Como tercer avance explicó que las escuelas y universidades nacieron en la iglesia. Por último, dijo que la genética la descubrió Gregorio Mendel y el Big Bang fue propuesto por un sacerdote católico. Para Mons. Ricardo, canonista de 58 años, la progresía o progresistas se ha apropiado de lo que es de origen católico.

Uso del lenguaje
Al respecto, Mons. Ricardo señala que el uso del lenguaje juega un papel muy importante. “En las agendas modernistas o de las ideologías de izquierda son muy hábiles en usar eufemismos, mientras que lamentablemente los de tendencia tradicional no lo somos tanto”, aseveró el canonista peruano.
“(Los progresistas) saben decorar, cubrir, acaramelar las realidades más dramáticas como si fuesen cuestiones superficiales sin consecuencias mayores. Utilizar el concepto de interrupción del embarazo para decir aborto parece algo sin consecuencia dramática. Una mera interrupción da la idea que después puede continuar, pero no es así”, acotó.
“Suelen presentar las problemáticas más radicales con expresiones muy atractivas. ¿Quién no está a favor del derecho de las mujeres? ¿Quién no quiere apoyar a su madre, a su hermana o a su hija? Quieren ser parte de todos los mayores derechos posibles, pero detrás hay un contenido que está encubierto”, expresó.
Mons. Ricardo invitó a los cristianos, conocidos por su agenda tradicional o mal llamada conservadora, a identificar el engaño en términos como progresista. Si bien, el progreso es un anhelo compartido por todos, es importante saber hacia dónde se dirige. Pues, si se avanza hacia la desnaturalización del hombre y de la sociedad, resulta ser un avance muy peligroso.
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