Mujer al volante, peligro constante. Mujer con pollera, mujer ignorante. Mujer guapa, calabaza. Hombre que llora, maricón. Hombre musculoso, más atractivo. Hombre que revela sus sentimientos, débil.
Podría seguir con ejemplos de este tipo. Estereotipos nocivos sobran, especialmente en sociedades sexistas como la nuestra. Más bien, si queremos atacarlos, lo que debemos preguntarnos es cuándo se forjan (porque sabemos que se refuerzan diariamente en muchos espacios familiares, laborales, en medios de comunicación, en la calle, etc.).
Sucede que los primeros años de crianza son fundamentales para que padres y madres “hereden” a hijos e hijas cómo piensan que deben ser y comportarse hombres y mujeres.
Un reciente estudio* evaluó a las mismas 109 parejas heterosexuales y sus hijos e hijas a lo largo de sus seis primeros años de vida, es decir, antes de entrar a la educación formal. Esto se realizó en Estados Unidos. El estudio se centró en el efecto de la “ideología de género” de los padres sobre la de sus hijos. Por “ideología de género”, este trabajo entendió al sistema de valores, creencias y actitudes acerca de las diferencias del sexo biológico. Como esta “ideología de género” no equivale a lo que algunos grupos conservadores han forjado con el mismo título en el Perú, para evitar confusiones en este artículo simplificaré el término a “roles de género”: actitudes y acciones que se asumen que son más naturales y esperables en mujeres y hombres.
En simple, el estudio se preguntó si los “roles de género” que respaldan ambos padres influencian en el conocimiento de los “roles de género” de sus hijos e hijas. De este estudio, tres resultados son clave.
Primero, mientras que los “roles de género” de las madres influencian más a sus hijas, los “roles de género” de los padres impactan más en los de sus hijos. Mientras que las hijas aprenden más al modelar (imitar) a sus madres, los hijos aprenden por la ausencia de la figura paterna en la crianza. Así, la presencia de ellas y la ausencia de ellos envía mensajes fuertes sobre lo que hace y debe hacer una mujer y un hombre.
En uno u otro caso, el mensaje llevado recae en quién se ocupa más del cuidado en el hogar y del cuidado de los hijos e hijas durante el sexto año de vida. Es el resultado pleno de la división sexual del trabajo: ellas trabajan en el hogar, ellos fuera de este.
Segundo, hay un efecto cruzado. Los padres tienen un impacto mayor en cómo las hijas perciben los “roles de género” de los hombres, y cómo los hijos perciben los “roles de género” de las mujeres. Según el estudio, las madres no influyen en cómo hijos e hijas ven a los del sexo opuesto.
Tercero, la gestión de los “roles de género” se da en forma temprana. El efecto cruzado del punto anterior se gesta durante el primer año de vida de hijos e hijas. Así, por ejemplo, los investigadores hallaron que los “roles de género” durante el sexto año de vida no tienen ningún efecto sobre sus hijos e hijas. En buena cuenta, los “roles de género” arrancan temprano y los cambios posteriores tienen poca posibilidad de introducir valores de igualdad. De hecho, la investigación en mención también halló que los padres que se mostraron igualitarios durante el primer año de vida tenían hijos con menos conocimiento de los roles tradicionales de género acerca de las mujeres, e hijas con menos conocimiento acerca de los roles tradicionales de género acerca de los hombres.
Creo en la necesidad del enfoque de género en el Currículo Nacional en las escuelas. Pero al mismo tiempo, queda claro que los valores, creencias y actitudes que nuestros hijos e hijas tienen sobre ellos mismos y sobre el sexo opuesto se “heredan” y gestan antes de entrar a la escuela. Si bien la escuela cumple un rol central, discutimos poco sobre esa etapa previa y la necesidad de un otro “Currículo Nacional” para formar madres y padres igualitarios desde (o antes) del nacimiento de sus hijos e hijas. Ahí hay mucha necesidad de trabajo y todavía pocas ideas.
* Halpern, P. & Jenkins, P. (2016). Parents’ Gender Ideology and Gendered Behavior as Predictors of Children’s Gender-Role Attitudes: A Longitudinal Exploration. Sex Roles, 74(11), 527-542. Disponible en http://bit.ly/2JK6FNZ
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