Kevin Spacey compró la residencia en 2017 por $ 5.65 millones de dólares, pero las dificultades económicas que enfrentó tras ser acusado de abuso sexual le impidieron seguir cumpliendo con los pagos de la hipoteca.
El pasado 25 de julio, la lujosa residencia del actor Kevin Spacey, ubicada en Inner Harbor, Baltimore (EE.UU.), fue subastada tras ser embargada debido a una serie de deudas acumuladas. La propiedad se vendió por $ 3.2 millones de dólares al inversor Sam Asgari, quien dice enfrentar dificultades para tomar posesión del inmueble.
Según Asgari, Spacey se negó a entregar las llaves de la residencia, a pesar de los intentos que ha hecho para acceder a ella durante las últimas semanas, todos sin éxito.
En una entrevista concedida al medio local Baltimore Banner, el comprador describe así la situación: "En este momento, (Kevin Spacey) se niega a irse. Está pidiendo seis meses para dejar la propiedad sin pagar nada".
De acuerdo con el medio, la subasta de la propiedad se postergó en un par de ocasiones, lo que podría haber sido un indicio de la negativa de Spacey a abandonarla.
Defensa de Kevin Space desmiente a comprador
Edward U. Lee III, abogado de Kevin Spacey, negó la veracidad de las acusaciones, aunque sin ofrecer más detalles sobre el caso durante su declaración al mismo medio.
Asgari, un inversor con base en Baltimore, ha centrado su atención en el mercado inmobiliario del lugar. Esta adquisición se suma a la compra realizada hace unos meses de la casa de infancia de Johns Hopkins, conocido comerciante, inversor y filántropo estadounidense.
¿Cómo es la lujosa casa que compró Kevin Spacey?
Kevin Spacey compró la residencia en 2017 por $ 5.65 millones de dólares, pero las dificultades económicas que enfrentó tras ser acusado de abuso sexual le impidieron seguir cumpliendo con los pagos de la hipoteca, lo que condujo a la subasta.
La propiedad de 800 metros cuadrados cuenta con cinco plantas, seis dormitorios, siete baños, un vestíbulo, varias salas de estar, una sala de cine, un comedor, una cocina, un cuarto de lavado, una sauna y otras comodidades de lujo.
Actualmente, Asgari espera que un tribunal apruebe la venta de la propiedad. De ser así, podría recurrir a las autoridades para ejecutar un desalojo forzoso y tomar posesión de la casa.
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