La odisea del actor de Broadway, Nick Cordero, tras dar positivo a la COVID-19 no termina. Su esposa indicó que necesitará un trasplante de pulmón. En cuatro ocasiones, los médicos temieron por su vida.
La odisea del actor de Broadway, Nick Cordero, tras dar positivo a la COVID-19 aún no termina. Tras estar 42 días en coma y sufrir la amputación de su pierna derecha, por complicaciones, su esposa informó que necesitará un trasplante doble de pulmón en su recuperación del coronavirus.
Cordero, de 41 años y nominado al premio Tony, fue hospitalizado en Los Ángeles en marzo tras contraer el virus, enfermedad por la que ha sufrido varias complicaciones severas, señaló su esposa Amanda Kloots al programa "CBS This Morning".
Ahora, más de tres meses después de ser ingresado, el actor Nick Cordero despertó del coma y dio negativo en el test del coronavirus pero las secuelas que ha dejado la enfermedad son "críticas".
"Existe una probabilidad del 99% de que necesitaría ese trasplante de pulmón para vivir el tipo de vida que sé que mi esposo querría vivir", aseguró Kloots.
Según su testimonio, la enfermedad fue tan fuerte que los médicos llegaron a temer por su vida en cuatro ocasiones. "Me dijeron cuatro veces que no sobreviviría. A veces, incluso que no sobrevivirá durante la noche, pero lo hizo", recordó.
SECUELAS DE LA COVID-19
La COVID-19 ha debilitado tanto la musculatura del actor de Broadway que aún no puede moverse y apenas hablar. "Cuando le pregunto, trata de sonreír o mover su mandíbula", señaló Amanda Kloots.
"Todos los días antes de irme, le digo: 'Bien, esto es en lo que debes concentrarte. Los dos sentados en nuestra nueva casa, Elvis (su hijo) está en la cama y estamos escuchando 'Our Home' en nuestra casa de Laurel Canyon", dijo la esposa.
De acuerdo con otras publicaciones anteriores de la familia, Nick Cordero no tenía problemas médicos previos.
EL CASO DE TOM HANKS
Su caso contrasta con el de Tom Hanks, quien a sus 63 años contrajo el coronavirus junto a su mujer, Rita Wilson, y ambos lo han superado.
"Estuvimos 10 días con síntomas muy incómodos. No llegamos a temer por nuestra vida, por suerte", recordó esta semana en un encuentro virtual con periodistas. (EFE)
Comparte esta noticia