La Fiscalía acusa al exarquero internacional y otros dos futbolistas de pagar entre 2 500 a 4 500 dólares a jugadores de la Liga Panameña de Fútbol para obtener determinados resultados para favorecer apuestas.
Un juez ordenó la detención provisional del exarquero internacional Óscar McFarlane y dejó en libertad con cargos a otros dos futbolistas panameños por amañar presuntamente partidos de la liga local con el fin de favorecer apuestas, informó la Fiscalía.
La decisión fue tomada durante una audiencia celebrada en un juzgado de Ciudad de Panamá contra McFarlane; el delantero del Sporting San Miguelito, Rolando Gums, y el centrocampista del Club Deportivo Universitario, Lilio Mena. Los tres fueron detenidos en la víspera.
La Fiscalía contra la Delincuencia Organizada anunció en un comunicado que había logrado la imputación de cargos "por delito contra el orden económico" contra los tres jugadores, detenidos en la víspera tras una operación policial desarrollada en varias zonas del país.
Según la nota, el juez ordenó "la detención provisional" para McFarlane, mientras que Gums y Mena quedaron en libertad, aunque tendrán que reportarse periódicamente ante las autoridades y no podrán salir del país.
McFarlane, que llegó a la audiencia con una camiseta con una imagen similar al narcotraficante colombiano Pablo Escobar, ha sido arrestado en varias ocasiones por posesión de droga y porte ilegal de armas.
Entre 2011 y 2012, estuvo encarcelado por un homicidio del que finalmente fue absuelto. En 2009, llegó a debutar con la selección mayor de Panamá.
La acusación
La fiscalía acusa a los futbolistas de pagar entre 2 500 a 4 500 dólares a jugadores de la Liga Panameña de Fútbol (LPF) para obtener determinados resultados para favorecer apuestas. Los acusados podrían enfrentar penas de entre 2 a 4 años de prisión.
"Estaban confabulados con apostadores para amañar partidos y lograr resultados que le permitieran a los apostadores ganar", afirmó en la víspera el Procurador (fiscal jefe) panameño, Javier Caraballo.
Las investigaciones comenzaron tras una denuncia realizada en 2023 por la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut).
"Aquí se habla del amaño de partidos, que es un escándalo, y en la prensa se quedan callados. La liga ya no tiene credibilidad", denunció el año pasado el exseleccionador panameño, Gary Stempel.
El presidente de la Fepafut, Manuel Arias, advirtió que las detenciones pueden ser "la punta del iceberg". Para la liga panameña "es sumamente importante" la lucha contra el amaño de partidos, agregó.
La Liga Panameña de Fútbol es una competición semiprofesional, sin grandes centros de entrenamientos ni estadios y donde los futbolistas ganan un salario promedio mensual de unos 2 500 dólares. (AFP)
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