Tras ganar la Eurocopa 2016, Cristiano Ronaldo y sus compañeros de la Selección Portuguesa volvieron a casa para vivir una fiesta en la que no faltó la música y las muestras de cariño.
La Selección de Portugal, campeona de la Eurocopa, fue este lunes aclamada en Lisboa por una multitud, a la que Cristiano Ronaldo y sus colegas retribuyeron, primero, con efusivos saludos desde un autobús descapotable y, más tarde, en un acto en una plaza lisboeta.
Fiesta total. En la Alameda Dom Henrique (en el este de la capital lusa), el astro del Real Madrid gritó su famoso "siiuuhh", que él mismo popularizó cuando ganó su tercer Balón de Oro en el 2014, mientras que Éder, el héroe que marcó el tanto del triunfo, bromeó con la afición y declaró el día de hoy como un día festivo.
En esa gigantesca plaza fue donde la comitiva portuguesa cerró su recorrido que se había iniciado en el oeste de la ciudad, en el Palacio presidencial de Belém, donde los 23 internacionales lusos fueron condecorados por el Jefe de Estado, Marcelo Rebelo de Sousa.
La cita con el preisdente. Cristiano Ronaldo levantó este lunes el trofeo de la Eurocopa 2016 desde un balcón del palacio presidencial (Lisboa) ante una multitud de hinchas que entonaron con emoción y patriotismo el himno nacional junto a sus héroes.
"Son los mejores de Europa. Han dado el ejemplo al ganar gracias a vuestro coraje, determinación y humildad", declaró el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, antes de entregarles a los 23 jugadores del plantel la condecoración de comandante de la órden de mérito.
Gran recibimiento. Los jugadores habían llegado unas horas antes al país desde Francia. Dos chorros de agua con los colores verde y rojo sirvieron para hacer pasillo a la aeronave que los transportaba. Los primeros en salir fueron la estrella Cristiano Ronaldo y el entrenador Fernando Santos, alzando el trofeo.
"No hemos dormido mucho. Esta victoria es la primera, teníamos que estar aquí. Es nuestra venganza después de 2004", dijo Antonio Ribeiro de Magalhaes, un estudiante de 21 años, en referencia a la final que perdió el equipo luso ante Grecia, siendo Portugal el país anfitrión del torneo. EFE/AFP
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