La idea de gobierno del socialdemócrata se inspira en el legado de su correligionario Fernando Henrique Cardoso. Contra todo pronóstico, Aécio Neves sacó del segundo lugar a Marina Silva.
El candidato opositor Aécio Neves, célebre por su faceta de donjuán y su afición a la "buena vida", sedujo a los electores indecisos en Brasil y logró hoy acceder a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, algo que hace un mes, según las encuestas, estaba prácticamente descartado.
El abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) fue el segundo más votado hoy, con el 34,30 % de los sufragios, y el próximo día 26 disputará la Presidencia de Brasil en una segunda vuelta con la actual jefa de Estado, Dilma Rousseff, que tuvo el 40,96 %, con el 92,88 % escrutado.
Con una amplia sonrisa siempre en la boca y aires de seductor de telenovela, Neves ha logrado remontar en los sondeos, en los que se había estrellado el pasado agosto coincidiendo con el surgimiento en la campaña de Marina Silva, quien fue nombrada candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) tras la muerte de Eduardo Campos en un accidente de avión.
Este economista de 54 años, a quien los socialdemócratas consideraban predestinado a la Presidencia, ha mamado la política desde la cuna, pues es hijo del diputado Aécio da Cunha y nieto de Tancredo Neves, quien en 1985 fue el primer presidente civil electo en Brasil tras 21 años de dictadura militar, pero murió antes de asumir el mandato.
En su larga carrera política, Neves ha sido diputado, gobernador del estado de Minas Gerais (sureste) y actualmente es senador por esa región, segundo mayor colegio electoral de Brasil y donde sigue teniendo gran influencia.
Al comienzo de la campaña electoral, Neves era el segundo en las encuestas, pero, tras la aparición de Marina Silva, se desinfló rápidamente y cayó hasta el tercer puesto y parecía casi desahuciado.
La recuperación de Neves se produjo prácticamente en la semana antes de las elecciones y sólo superó a Silva en los sondeos el sábado, en la víspera de la cita con las urnas.
Según analistas, el crecimiento de Neves se explica porque en la recta final supo convencer a los electores que quieren un cambio de color del Gobierno y estaban indecisos, un factor que él espera que le favorezca en la segunda vuelta.
"Posiblemente está asustada porque no se ha preparado para enfrentarnos", declaró Neves en el día previo a las votaciones, en alusión a Rousseff, que durante la campaña se centró en arañar la imagen de Silva y minimizó las atenciones en el candidato del PSDB.
Políticamente, Neves se sitúa en la centro-derecha, de línea liberal y ha centrado su campaña en atizar a Rousseff por los escándalos de corrupción en las empresas públicas brasileñas.
La idea de gobierno del socialdemócrata se inspira en el legado de su correligionario Fernando Henrique Cardoso, quien ocupó el cargo de presidente del país en dos mandatos consecutivos entre 1995 y 2002 y que es tildado de "neoliberal" por el Partido de los Trabajadores de Rousseff.
Neves prometió emular a Cardoso, que estabilizó la economía brasileña en un momento de grave crisis e hiperinflación, y se ha presentado como garante para impulsar el crecimiento del PIB, que está estancado, y controlar el alza de los precios.
El candidato opositor comenzó a forjar su carrera política en 1986, cuando asumió el primero de sus cuatro mandatos consecutivos como legislador en la Cámara de los Diputados, de la que fue elegido presidente en 2001.
En 2002, fue elegido gobernador de Minas Gerais con cerca del 60 % de los votos y en 2006 fue reelegido con un apoyo del 77 % del electorado.
En 2010 obtuvo un escaño en el Senado, mandato que todavía ostenta, con el respaldo de 7,5 millones de votantes.
Actualmente está casado en segundas nupcias con la modelo brasileña Leticia Weber, casi 20 años menor que el político socialdemócrata, con la que tiene una pareja de mellizos recién nacidos, Julia y Bernardo.
Neves tiene otra hija, Gabriela, de 23 años, fruto de su primer matrimonio, que duró nueve años con la abogada Andréa Falcão, y de la que se separó en 1998.
Después de su separación, se forjó su fama de mujeriego y de amante de la juerga, por las fiestas que daba en su casa frente a la playa de Ipanema de Río de Janeiro, un estigma que le ha costado ganar apoyos en sectores conservadores y religiosos.
Para ganar las elecciones, Neves podría necesitar conquistar el apoyo de parte de esos sectores, puesto que, según los sondeos, parte en desventaja con respecto a Rousseff.
No obstante, Neves aspira a volver a ser la "zebra" de las elecciones, expresión que en Brasil se usa para las grandes sorpresas o los resultados imprevisibles. La expresión surgió de un juego ilegal llamado "jogo do bicho", que utiliza la imagen de 25 animales a los cuales se les asocia una serie numérica y entre los que no se encuentra la cebra.
Por ello, "foi zebra" o "deu zebra" es una expresión que se utiliza en el país para designar algo que ocurre de forma inesperada o imprevisible.
En el caso de los comicios presidenciales brasileños, Aécio Neves representa mejor que nadie esta expresión después de lograr acceder a la segunda vuelta, derrocando contra todo pronóstico al fenómeno electoral que supuso Marina Silva.
EFE
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