La comisión pidió a Luis Fernando Figari la absolución de varias interrogantes a raíz de las denuncias recibidas, pero este se negó.
La Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación, que investiga los casos de abusos en el Sodalicio cuando Luis Fernando Figari estaba al frente de la misma, emitió este sábado su informe final. En ella determina que tanto Figari como Germán Doig y las demás autoridades que han transitado por el Sodalitium Christianae Vitae (SCV), a lo largo de su existencia, cometieron abusos de índole físico, sicológico y sexual contra los miembros.
Daños contra sus miembros
A los jóvenes, incluso menores de edad, que integraban esta organización cristiana se les apartaba de sus familias, incluso en algunos casos, las autoridades intervenían sus correspondencias para impedir la comunicación con sus seres queridos.
En esas casas de formación del SCV, muchos de los formandos fueron víctimas de agresiones físicas, vejaciones y hasta abusos de índole sexual. A pesar que esos hechos fueron denunciados al interior de la organización, los entonces superiores no adoptaron medidas correctoras y, por el contrario, los encubrieron alentando con ello la práctica de nuevos y mayores abusos.
Respecto a las autoridades
El comportamiento del superior general Luis Fernando Figari estaba determinado básicamente por dar órdenes que no podían ser cuestionadas. Él usaba un lenguaje vulgar y soez, el ejercicio de una dinámica independiente de la comunidad, el control de todas las actividades al interior de la institución y de la vida personal de sus miembros.
Asimismo, daban un tratamiento diferenciado a los miembros, en función a sus condiciones sociales, económicas y aún raciales. “Hubo discriminación social y racial, evidenciada en maltratos psicológicos haciendo mofa de la condición personal e incluso familiar, desvalorizando a la persona frente a la comunidad. Los testimonios, en ese sentido, coinciden en destacar que los miembros de la cúpula tenían evidente preferencia por los jóvenes de raza blanca y/o de condición social económica pudiente”, menciona el informe.
La comisión pidió a Luis Fernando Figari la absolución de varias interrogantes a raíz de las denuncias recibidas pero este se negó.
En todo ese proceso, la comisión advierte a la Iglesia Católica como una institución dañada por esas conductas, pues en su nombre se realizaron muchas prácticas que a la luz de los hechos revelados se evidencian como absolutamente contrarias a los principios que ella promueve.
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