El Gobierno ha declarado la alerta roja y ha intensificado los preparativos para conseguir que no haya ni una sola víctima en esta ocasión.
Filipinas ha evacuado a más de 80.000 personas de la provincia de Camarines Sur, en el noreste del país, ante la presencia del tifón Rammasun, que tocará tierra este martes con vientos de hasta 160 kilómetros por hora.
Según dijo a los medios locales el gobernador de Camarines Sur, Miguel Luis Villafuerte, ayer comenzaron a evacuar a todas los habitantes de la región que vivían a menos de 100 metros de la costa, pues se espera que el tifón cause subidas en la marea de hasta tres metros.
Rammasun, bautizado con el nombre de Glensa por las autoridades de Filipinas, llega al país cuando aún no se ha recuperado de los daños causados por Haiyan, que el pasado mes de noviembre causó 6.300 muertos y más de 1.000 desaparecidos, además de cerca de 28.700 heridos.
El Gobierno ha declarado "la alerta roja y ha intensificado los preparativos para conseguir que no haya ni una sola víctima (en esta ocasión)", dijo hoy en un comunicado el ministro de Comunicaciones, Herminio Coloma.
Diecisiete provincias, todas ellas en la mitad noreste del país, se encuentran bajo el nivel de alerta 3, uno por debajo del máximo, mientras que en Manila rige la alerta 2 y también podría verse afectada por la subida de la marea.
Fuentes de la agencia meteorológica de Filipinas (PAGASA) han advertido de que Rammasun puede llegar a causar un daño similar al del tifón Xangsane en 2006, que provocó más de 200 muertos y grandes destrozos en Manila.
La temporada de tifones en Filipinas, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre, registra entre 15 y 20 de estos fenómenos meteorológicos todos los años.
EFE
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