Manifestó que retomará sus estudios universitarios y ya comenzó a trabajar los fines de semana, que le permite sentirse querida y útil.
La joven Liliana Castro Manarelli, absuelta del crimen de la empresaria Myriam Fefer, sostuvo hoy que aprovecha hasta el último minuto de su libertad en retomar su vida y buscar la liberación de Eva Bracamonte.
Manifestó que retomará sus estudios universitarios y ya comenzó a trabajar los fines de semana, que le permite sentirse querida y útil.
Sostuvo que su tiempo también lo invierte en buscar la liberación de Eva, quien ya recibe un tratamiento psicológico tras el impacto sufrido por la condena de 30 años que se le impuso por la muerte de su madre.
“Para mí, una de las formas más sanas de vivir, es decir estoy libre. Me asusta la idea de saber que podría regresar a prisión, pero no pienso en eso, sino que tengo la bendición de defenderme y de ayudar a Eva, si Dios lo permite seguiré luchando”, expresó a un medio local.
Tras los días transcurridos, dijo que Bracamonte se encuentra más estable y llena de energía, pese a su desconfianza de la justicia.
Castro manifestó que aunque trata de retomar su vida, siempre hay personas que la creen culpable, por lo que les pidió al menos respetar su intimidad y no hacerle daño.
Señaló que la apelación de la Fiscalía se basa en que se enriqueció tras la muerte de la empresaria judía, ya que la fortuna quedó en manos de su amiga Eva, sin embargo, niega esos cargos y considera que son tergiversados para justificar un fallo injusto.
“Lo que menos hago es dormir, he estado tanto tiempo presa que aprovecho al máximo los minutos, uno nunca sabe lo que puede saber, no solo el riesgo de la cárcel, sino también de los enemigos, por eso trato de nunca estar sola”, señaló.
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