Las jóvenes de 17 años perdieron la vida tras ser embestidas por una camioneta —conducida por el suboficial PNP Edgar Rivera Miranda— que invadió el carril exclusivo del Metropolitano. La Fiscalía ha iniciado una investigación preliminar por el presunto delito de homicidio culposo.
Las familias de las dos jóvenes que murieron atropelladas en la vía del Metropolitano, en el distrito limeño del Rímac, demandaron justicia y sanción contra el suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP), Edgar Rivera Miranda, por el accidente ocurrido en vísperas y por el cual la Fiscalía ha iniciado una investigación preliminar por el presunto delito de homicidio culposo.
“Pido, por favor, justicia para mi hija y para Brissa”, exigió Justin Prudencio, padre de Silvia. Ella era una chica aplicada y anhelaba estudiar la carrera de Ingeniería Industrial en una de las instituciones líderes en ese campo, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Consternado y afligido por lo sucedido, su progenitor contó, en una entrevista con RPP, que el accidente que acaeció a la altura del cruce del pasaje El Ángel y la avenida Túpac Amaru (entre las estaciones Los Jazmines y Honorio Delgado), a pocos metros de la sede de la UNI, ha provocado “un gran dolor y vacío” en el seno familiar.
Pero cómo se produjo este infausto hecho. Alrededor de las 9:40 p. m., Brissa y Silvia, ambas de 17 años, se encontraban cruzando el carril exclusivo del Metropolitano, cuando una camioneta gris de placa D2K-945, que era conducida por el suboficial PNP Edgar Rivera Miranda, invadió la vía, embistió a las dos jóvenes y acabó con sus vidas. El agente se encontraba fuera de servicio y aparentemente iba a excesiva velocidad.
Las víctimas eran estudiantes del Centro de Estudios Preuniversitarios de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y, según relató Justin Prudencio, “salían a esa hora” tras estudiar en la biblioteca.
“Que esto no quede así”, reclamó, y lamentó que la Policía Nacional no les brinde información de este caso.
"No es justo que estas cosas pasen y que nadie haga nada"
La atmósfera pesada y amarga también la siente Andrea Quispe, tía de Brissa, que pidió a la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Nancy Tolentino, apoyo y, así, evitar la impunidad de esta “irresponsabilidad” de un agente policial.
“Mi hermana está destrozada, porque es su segunda pérdida”, dijo, sollozando. Hace años, el hermano de Brissa falleció muy tempranamente.
La mujer detalló que la joven estudiante vino a Lima desde la región Pasco “para lograr su sueño”, el cual era, entre otras cosas, ingresar a la carrera de Arquitectura de la UNI.
“Recién había empezado sus clases el día jueves, el sábado le celebramos su cumpleaños, y ayer pasó esto”, expresó indignada, al recordar los últimos días que pasó con su sobrina.
“No es justo que estas cosas pasen y que nadie haga nada, porque somos personas que, tal vez, no tenemos recursos”, zanjó con aire de impotencia.
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