Padres jesuitas resaltaron la sencillez evangélica y humana del cardenal Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco; así como su calidad de ´pastor y formador de personas´.
La sencillez evangélica y humana del cardenal Jorge Mario Bergoglio habría sido la clave de su elección como papa, el sucesor así a Benedicto XVI. En él se reconoció al pastor capaz de acercar la Iglesia Católica al pueblo.
El padre Juan Carlos Morante, rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, afirmó que Bergoglio al convertirse en Sumo Pontífice hace que su condición de jesuita pase a un segundo plano porque su servicio pasa a ser universal.
Sostuvo que la presencia del papa Argentino, el primero de Latinoamérica, respondería a un "camino de búsqueda de renovación y una evangelización más cercana al pueblo", es decir, no solo en Europa sino en todo el mundo.
"Es importante darle un nuevo rostro a la Iglesia a través de sus autoridades, que comuniquen de manera clara el evangelio, como buena noticia, como esperanza; a la gente con problemas, con todas sus cruces", aseveró.
Explicó que dentro de la Iglesia hay diferentes carismas, es decir, diversos modos de vivir la fe y de seguir a Jesucristo. "La Iglesia es una pero al mismo tiempo diversa y lograr la unidad en la diversidad es tarea del papa", remarcó.
En ese sentido, el religioso confió en que el papa Francisco logrará ese objetivo no solo con palabras sabias, sino con una doctrina que demuestra cercanía al prójimo, un "tender la mano".
A su turno, Miguel Cruzado Silveri, padre provincial de la Compañía de Jesús en el Perú, resaltó que el papa Francisco es un "intelectual y pastor", con gestos evidentes de sencillez y humildad, demostrados en su primera aparición ante los fieles católicos ya con el cargo de Sumo Pontífice.
"Tuvo gestos que desconcertaban positivamente. Es un hombre que conoce, reflexivo, místico y de hondura espiritual", anotó.
Consideró que los cardenales apostaron por él para conducir los caminos de la Iglesia por su vida como "pastor y formador de personas", con un don para vincularse con la gente.
Destacó que otro signo importante fueron las propias palabras del papa Francisco: "me fueron a buscar al fin del mundo".
"No es un papa del centro es un papa de la periferia y desde ahí se mira mejor el conjunto. Del centro a veces uno no llega al margen, pero del margen si se ve el conjunto. Es un papa argentino, de la periferia, y -por tanto- el mensaje es para todos", explicó.
El sacerdote también expresó su confianza en que el electo papa podrá "diluir un poco esta imagen de confrontación, de enfrentamiento, de diferencia y conflicto" en la Iglesia.
"La Iglesia quiere ser diversa...no es como un club o un partido, es como una familia, en que uno valora y agradece la diversidad, pero no quiere que eso se convierta en conflicto, en enfrentamiento, en distancia", concluyó.
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