Los confesos asesinos estuvieron presentes en la diligencia policial, en un cerro de Carapongo, indicando el lugar exacto donde enterraron el cadáver.
Efectivos de la Policía encontraron este jueves en un cerro de Carapongo, en Huachipa (Lurigancho) el cuerpo de la bebé de apenas 11 meses que fue asesinada y quemada por sus propios padres.
Los confesos asesinos -R.F.R. (19) y su conviviente C.R.Q. (18)- estuvieron presentes en la diligencia policial, indicando el lugar exacto donde enterraron el cadáver.
En diálogo con RPP Noticias, el general Richard Zubiate, director general de la Policía Nacional, informó que el cadáver de la niña será trasladado a la morgue para realizarle la necropsia de ley.
El alto mando dijo que las investigaciones determinarán las causas de la muerte, pero uno de los padres confesó haber asfixiado a la menor, tras lo cual quemaron el cuerpo en un cerro cercano a su casa.
El crimen se conoció luego que la tía de la bebé acudiera a la Comisaría de Chaclacayo a denunciar la muerte, indicando que su hermano y su cuñada se comunicaron con ella para darle la noticia, pero se mostraron “poco comunicativos y reacios” a dar detalles sobre el deceso.
El diario Trome informó que, según la confesión del padre, tomaron la decisión de matar a la bebé porque “no tenían dinero para criarla y no había sido planificada”. De acuerdo con el parte policial, los padres argumentaron “problemas conyugales” como causas del crimen. El caso ya está en investigación y los padres serán procesados por este crimen.
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