El distrito limeño de Ate se convirtió nuevamente en escenario de un hecho delictivo, cuando tres delincuentes armados asaltaron a los comensales de una pollería, sin importarles la presencia de niños aterrados por los hechos
Policiales / Crímenes
Los hechos ocurrieron el último viernes al promediar las 7:45pm. de la noche
El distrito limeño de Ate nuevamente se convirtió en escenario de un hecho delictivo. Esta vez, ocurrió en una pollería ubicada en la cuadra 3 de la avenida Los Sauces, donde tres sujetos armados irrumpieron y asaltaron a los comensales, sin importarles amenazar a adultos mayores y hasta a menores de edad.
Los hechos ocurrieron el último viernes al promediar las 7:45pm., cuando el referido restaurante se encontraba lleno de clientes que departían alegremente con sus familias. El asalto duró poco más de un minuto, y todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del local.
No les importó la presencia de niños
Conforme se aprecia en los videos de las cámaras de seguridad, dos sujetos con cascos de motociclistas llegaron hasta la puerta de la pollería. Uno de ellos ingresó exhibiendo un arma de fuego, mientras gritaba improperios y amenazas. El otro, también provisto de un arma similar, permanecía en la entrada, apuntando a los clientes.
Segundos después, un tercer sujeto de polera verde fosforescente y también con un casco en la cabeza llegó a la puerta del restaurante. Este le pidió el arma de fuego al delincuente que se quedó en la entrada, la guardó en una mochila y salió del campo visual de la cámara.
Mientras tanto, dentro del local, los comensales vivían el terror de sentir en peligro sus vidas. El delincuente recorrió todas las mesas exigiendo los celulares, dinero y todo objeto de valor, pese al llanto de los niños en el local.
Antes de retirarse, el criminal se acercó a una mesa donde había una mujer dando de lactar a un bebé, una adulta mayor y tres niñas que solo atinaron a quedar con las manos en alto, mientras el criminal les arrebataba una mochila. Debido a los gritos del asaltante, una de las menores se tapó los oídos con las manos, mientras que las otras lloraban desconsoladamente.
Tras el asalto, llegó la Policía Nacional, recogió los testimonios de los comensales y solicitó las imágenes de las cámaras para iniciar las pesquisas que permitirán la captura de los delincuentes.
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