La estrella de los Green Bay Packers, Aaron Rodgers, contó cómo dejó el país en un avión privado a pocos minutos del cierre del aeropuerto a causa del nuevo coronavirus.
El mariscal de campo de los Green Bay Packers, Aaron Rodgers, dio a conocer la la experiencia que vivió para salir de Perú y regresar a su casa en Malibú (California), durante la pandemia del coronavirus, y la calificó como "terrible". El deportista se encontraba en áreas remotas de Cusco, donde no hay casos reportados.
Rodgers y su grupo de amigos, conformado por tres personas más, salieron de Perú hace nueve días cuando faltaban pocos minutos para el cierre del aeropuerto debido al brote del COVID-19. Lo anterior lo reveló Rodgers durante una entrevista por radio que ofreció el viernes por la noche.
"¿Has visto la película 'Argo'?", preguntó Rodgers, como para que el periodista pudiese ponerse un poco en la situación por la que el mariscal de campo y sus acompañantes pasaron. El deportista dijo que "lo vivido se asemejó a la escena al final donde corren hacia el aeropuerto. Afortunadamente, nadie nos perseguía o nos retenía. No tuvimos que hablar persa para volver al país, pero hubo algunos momentos en los que nos preocupamos por no poder salir. Fue terrible en el aeropuerto".
Rodgers regresó a su casa en Malibú (California) y ha seguido las pautas de quedarse en casa junto con su novia la expiloto de automovilismo Danica Patrick. Dijo que de las cuatro personas en el viaje, ninguna tenía síntomas en ese momento o en los días posteriores del coronavirus.
Rodgers comentó que el plan del grupo era viajar a otras partes de Sudamérica, pero la situación de emergencia los obligó a interrumpir el viaje. El veterano mariscal de campo explicó que el grupo voló en un avión privado, lo cual les ayudó a salir del país, pero que en caso de haberlo hecho en vuelos comerciales, no cree que hubieran salido cuando lo hicieron.
Rodgers indicó que llegaron al aeropuerto a las 7 de la mañana, y que se encontraron con las instalaciones llenas de gente "de pared a pared". "Ni siquiera podíamos movernos, pensábamos que era una situación poco segura porque poca gente usaba máscaras, pero nos controlamos. Después cerraron el aeropuerto porque hacía muy mal tiempo. Nosotros pudimos realizar todo el proceso en unos 15 minutos", admitió, un tiempo que es imposible que lo hubiese podido hacer en ningún aeropuerto de Estados Unidos, aunque fuese en avión privado. EFE
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