La leyenda del básquet puso a la venta su inmueble en Chicago y lo ofreció a casi la mitad de su precio por esta razón.
Michael Jordan, el mejor jugador de básquet de la historia, no solo se hizo famoso por su gran trayectoria en las canchas, sino también por sus excentricidades fuera de ella.
Uno de sus mayores lujos fue la construcción de una mansión en Highland Park (Chicago) durante en auge de su carrera con los Chicago Bulls. Sin embargo, lleva ya seis años vacía.
A la entrada de la mansión se exhibe un gigantesco "23" de metal a modo de puertas para adentrarse al lugar, en referencia al número de su mítica camiseta.
El espacio es de 5,000 metros cuadrados y dentro de él se alzaron todos los deseos de Jordan. Desde una cancha básquet personalizada, hasta una cancha de tenis, una piscina gigante, un campo de golf, una casa extra para huéspedes, una cocina gourmet y una bodega que albergue más de 1,000 botellas de vino.
Por su fuera poco, también cuenta con nueve dormitorios, 19 baños, dos salones circulares, un gimnasio moderno, dos teatros, una sala de cine, una sala con juegos de mesa donde se puede fumar, una biblioteca con pantalla desplegable, una sala de televisión (110 pulgadas), un lago personal para pescar y garaje para 15 autos.
Sin embargo, luego de años viviendo ahí, Jordan se mudó y hasta ahora continúa a la espera de un comprador. Al inicio, la mansión costó 42 millones de dólares; sin embargo, la ofreció en 29 millones.
Al no conseguir comprador, decidió rebajarle el precios y contratar a un equipo de subastas que se encarguen de ofrecerla. Incluso, en el año 2015, Michael Jordan ofreció un lote de todas su marca de zapatos (Air Jordan) al futuro dueño.
Aún así, hasta el día de hoy la mansión se encuentra a la espera del mejor postor y su precio descendió a 14 millones de dólares, casi la mitad de lo que se pedía al inicio.
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