La explosión de la inteligencia artificial (IA) generativa ha tomado al mundo por asalto, lo que genera alarmas sobre cómo puede afectar a la vida de los ciudadanos.
Los derechos humanos deben estar insertados desde ya en la inteligencia artificial, una tecnología que avanza a pasos agigantados y que, si bien ofrece oportunidades inmensas, también implica grandes riesgos, dijo hoy el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk.
En una conferencia de prensa en la que pasó revista a los temas más urgentes y preocupantes en materia de derechos humanos en el mundo, Türk dijo que los derechos humanos deben incorporarse "a todo el ciclo de vida de la inteligencia artificial" y que de ello deben hacerse responsables tanto los gobiernos como el sector privado.
Ambos deben asegurarse de que hay ciertas garantías en torno a esta tecnología, "que, por supuesto que necesitamos, sin ninguna duda, aunque al mismo tiempo se necesitan regulaciones", comentó.
El alto comisionado recordó que los propios creadores de la herramienta ChatGPT han pedido públicamente que sea regulada.
"Sentimos que hay urgencia de que estas regulaciones se establezcan rápidamente", recalcó.
Creadores de ChatGPT creen fundamental regular la inteligencia artificial
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, creador de la interfaz ChatGPT, que despierta pasiones y temores, dijo a mediados de mayo ante un panel del Senado de Estados Unidos que regular la inteligencia artificial (IA) será fundamental para limitar los riesgos del uso de esta tecnología.
"Creemos que la intervención regulatoria de los gobiernos será crucial para mitigar los riesgos de modelos cada vez más potentes", estimó el empresario de 38 años, última figura surgida del Silicon Valley.
"Es fundamental que la IA más potente se desarrolle con valores democráticos, lo que significa que el liderazgo de Estados Unidos es determinante", apuntó Altman al testificar ante el Subcomité Judicial del Senado sobre Privacidad, Tecnología y Derecho.
Los gobiernos de todo el mundo están bajo presión para tomar medidas después del lanzamiento en noviembre del ChatGPT, un robot conversacional que puede generar contenido similar al humano en un instante.
"Si estuvieras escuchando desde casa, podrías haber pensado que esa voz era mía y las palabras mías, pero, de hecho, esa voz no era mía", dijo Richard Blumenthal, presidente del subcomité.
El político acababa de pronunciar sus comentarios de apertura sobre los peligros de la IA, escritos usando ChatGPT y leídos por un software entrenado con su voz real.
Las tecnologías de IA "ya no son fantasías de ciencia ficción, son reales y presentes", enfatizó. (Con información de EFE y AFP)
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