El perro es un animal considerado impuro por algunas interpretaciones de la doctrina islámica y muchos musulmanes indonesios rechazan tener contacto con ellos.
La Policía de Indonesia acusó de blasfemia a una mujer que entró con un perro en una mezquita de la provincia de Java Occidental, delito cuya pena puede alcanzar los cinco años de prisión, informó este martes la ONG Amnistía Internacional.
El incidente tuvo lugar el domingo en las afueras de la ciudad de Bogor, a unos 45 kilómetros al sur de Yakarta, mientras que el lunes un doctor de un hospital policial del este de la capital diagnosticó que la mujer padece una enfermedad mental. "El vídeo muestra claramente que la mujer está angustiada. No es correcto presentar cargos en su contra", declaró en un comunicado el director de Amnistía Internacional en Indonesia, Usman Hamid.
Las imágenes se hicieron virales en este país, con la mayor población musulmana del mundo, cerca del 88 % de sus más de 265 millones de habitantes, y muestran a la mujer discutiendo y forcejeando con un hombre dentro de la mezquita mientras el perro entra en pánico y comienza a corretear alrededor de ellos.
La mujer se identifica como católica en el vídeo y asegura que la mezquita es el lugar donde se va a casar su marido. El perro es un animal considerado impuro por algunas interpretaciones de la doctrina islámica y muchos musulmanes indonesios rechazan tener contacto con ellos.
"En Indonesia, la ley contra la blasfemia se utiliza a menudo contra personas que pertenecen a minorías religiosas o cuya interpretación del islam no es sancionada por el Gobierno", denunció Hamid.
En agosto del año pasado, un tribunal condenó a 18 meses de cárcel por blasfemia a una mujer budista que protestó por el volumen excesivo del altavoz de una mezquita en la provincia de Sumatra del Norte, sentencia que fue ratificada por el Tribunal Supremo el pasado mes de marzo.
El caso de blasfemia contra el islam más notorio de los últimos tiempos en Indonesia fue el del exgobernador de Yakarta Basuki Tjahaja Purnama, un cristiano de la comunidad china condenado en 2017 a dos años de prisión tras una campaña multitudinaria instigada por grupos radicales islamistas.
(Con información de EFE)
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